Redacción. El Papa Francisco reveló que cuando era Cardenal y arzobispo de la ciudad de Buenos Aires, Argentina, recibió presiones del kirchnerismo durante la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.

Al parecer, el Gobierno de Cristina Kirchner le dio "indicaciones" a tres jueces para que lo condenaran por su accionar durante la dictadura (1976-1983). Al sumo pontífice le tocó declarar por el secuestro de los jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics durante la última dictadura cívico militar.

"Algunos en el gobierno querían cortarme la cabeza, y sacaron a relucir no tanto este asunto de Jalics, sino que pusieron en duda todo mi modo de actuar durante la dictadura. Entonces, me llamaron a juicio", indicó el papa Francisco.

"Me dieron la posibilidad de elegir el lugar en el cual realizar el interrogatorio. Elegí hacerlo en el Episcopado. Duró 4 horas y 10 minutos. Uno de los jueces insistía mucho en mi modo de comportarme. Yo siempre respondí con la verdad", agregó.

El papa contó su versión sobre los hechos que tuvieron lugar en aquella época y desmintió las denuncias de la presunta vinculación con el secuestro de los jesuitas.

"Si no hablé en su momento, fue para no hacerle el juego a nadie, no porque tuviese algo que ocultar", aseguró por ese entonces. Según el sumo pontífice, él hizo lo poco que podía con su edad y con las pocas relaciones que tenía para abogar por las personas secuestradas. "Me movía dentro de mis pocas posibilidades y mi escaso peso", argumentó.

En aquellos años, el periodista Horacio Verbitsky, exmontonero y vinculado al kirchnerismo, acusaba a Bergoglio, el papa Francisco, de haber "entregado”, desde su cargo como superior provincial de los jesuitas, a Jalics y Yorio a sus captores.