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Por Francisco Montes Vergara
No puede dormir, pero lo está haciendo. La inseguridad, está obligando a los comerciantes en la ciudad de Sincelejo a dejar de laborar a las seis de la tarde. Lo mismo ocurre en los municipios. En repetidas ocasiones me llaman o me escriben y me mandan fotos de asesinatos con armas de fuego o agresiones entre familiares con arma blanca, ocurridos en Sincelejo o en algún municipio del departamento. En los mensajes que me llegan, los cuales atiendo directamente, son vía Whatsapp o llamadas telefónicas me expresan con voz, palabras escritas de angustia y sin aliento, el dolor de la desesperanza al ver que tienen el familiar tendido en la calle o una camilla.
La extorsión, el delito que se ha puesto de moda, pretende arrinconar cualquier actividad económica. El cobro de cuentas entre pandillas o microtraficantes, es la dosis de nerviosismo que están inyectando y con ello frenando la economía. Creer que cuando ocurren los asesinatos entre delincuentes no afectarán las condiciones de bienestar y seguridad del resto de ciudadanos, es caer en conformismo. El verdadero mensaje que hay con estos asesinatos entre bandidos en el territorio sucreño es tener la autoridad que buscan imponer para el manejo de los negocios ilegales, produciendo dinero fácil, manchado de sangre, que además afecta negativamente los negocios formales, de paso vamos a llegar a la informalidad laboral al cien por ciento. Allí se cosecha la alta probabilidad de la infiltración de estos dineros a los proyectos que ejecuta la administración pública en Sucre en todos los proyectos.
Seguidamente, se salta a la financiación de campañas con la producción de estos dineros y su camuflaje en los proyectos públicos.
El resultado final es la pérdida de la seriedad, la burla al desarrollo económico, el incremento infinito de la pobreza, el maltrato a la población y el derrumbe de un departamento volviéndolo inviable para el emprendimiento empresarial y social. Estamos a dos pasos.
Cuento una anécdota ocurrida en estos días.
Llegué a una reunión en un barrio al sur de Sincelejo. Como algo normal la persona que me colabora con fotos y videos, empezó a realizar su trabajo. La reacción de alguien que se acercó a la reunión fue molestarse porque estaban tomando fotos. ¿¡Cómo les parece!? En todo caso las fotos se tomaron y se hizo la reunión.