Por: Luis Manuel Espinosa.

Habla mi Ciudad, es un diálogo promovido por la Escuela Regional de Estudios Avanzados del Caribe – EAR, con objeto de comprometer la ciudadanía sincelejana en la construcción de un proyecto, mediante la suscripción de un acuerdo que consiga a través de un comité conductor, elaborar una propuesta de desarrollo integral. Para ello, se invitó a concurrir, una nutrida delegación comunitaria al acto constitutivo, el cual fue presidido por Beatriz Diegó, representante y gestora de la entidad, en asocios de otras personas, con quienes dirigió la reunión que se cumplió el pasado martes 10 del presente mes. En la misma, se explicaron los mecanismos metodológicos establecidos, así como la finalidad de dicha reunión. Entre cuyos aspectos a mencionar se destacan, principalmente, escuchar y darle voz a las gentes, a efecto de contribuir desde sus saberes, conocimientos y experiencias, a la conformación de un liderazgo a través de una visión compartida de ciudad, que permita canalizar las aspiraciones y sueños de las gentes, con miras a la materialización de tales anhelos colectivos.

Desde hace ya algunos años, Beatriz Diegó, viene trabajando al frente de la EAR, en la tarea de aterrizar algunas ideas en torno al desarrollo regional, nacidas durante el tiempo de   fundación de la escuela, en el que también la misma propició la creación de FEDEREGIONES en Bogotá, con el propósito de extender el proceso regionalizador de la autonomía territorial a todo el país. La escuela, igualmente, agrupa otras instituciones de carácter educativo y sirve de orientadora de algunas asociaciones gremiales, con las cuales, mediante un sistema de alianza, trabaja conjuntamente. Actualmente, la EAR, cuenta con un consejo asesor, integrado por personas representantivas de la comunidad y un comité en cuya composición participan las demás entidades asociadas. De similar manera, hace parte a nivel regional y nacional en los cuerpos directivos de otras instituciones en las que tiene también asiento.

Con los pasos que se han dado, logra la EAR, despertar el interés de los sucreños y de los sincelejanos en particular, en su porvenir; así como en la toma de conciencia de la necesidad de asumir, por propia cuenta, la conducción de una sociedad sin un rumbo determinado. Igualmente, conformar lo que los entendidos llaman un liderazgo colectivo, al convocar al ciudadano a que asuma de forma responsable la dirección de los destinos de una ciudad, cuya ruinosa situación clama ante los poderes centrales. Así que esta escuela de estudios adquiere un compromiso, de suyo, muy grande con la comunidad en que se inserta, al recoger no solo las inquietudes ciudadanas, sino el pronunciamiento de algunos líderes religiosos y comunitarios, que aparecen en la Declaración de Mexión.