26 de abril de 2024
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<strong>Grotesca parafernalia</strong>

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20 de mar. de 2023

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Por: Ismael Guerra de la Ossa

La llegada de Aida Merlano a Bogotá, tras ser deportada por el régimen del dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, no es sino eso: el regreso de una delincuente que fue condenada por la Corte Suprema de Justicia a dos penas de prisión: una por 11 años y 4 meses tras hallarla responsable de corrupción al sufragante, concierto para delinquir y porte o tenencia ilegal de armas de fuego y la otra por 5 años y 6 meses por violación de topes electorales. Además, la exsenadora Merlano deberá responder ahora ante la justicia por fuga de presos, pues el 1 de octubre de 2019 escapó del norte de Bogotá cuando asistía a una cita odontológica, hecho que copó la atención de la prensa nacional e internacional por su espectacularidad y tintes cinematográficos. De manera que no se trata de una palomita mensajera o de un angelito que bajó del cielo donde compartía con santidades y querubines.

Aida Merlano es una delincuente de cuello blanco de refinados comportamientos delictivos que gozó durante 3 años y 5 meses de las atenciones y cuidados especiales del dictador Maduro, “vivía como una reina”, dicen venezolanos, y que ahora, tras una deportación exprés, Maduro se la mandó a su amigo Petro, para tratar de desviar la atención y bajarle el tono al escándalo mediático que este afronta a raíz de la estela de corrupción y hechos vergonzantes que han salido a la luz pública y que salpica al Gobierno Petro, al propio presidente y a su círculo familiar. Por eso, indigna y conturba a la opinión pública sana, no comprometida e independiente, el recibo de figura pública connotada que se le dio a esta delincuente a quien una general de la República le dio la bienvenida y como a un personaje de aquilatadas virtudes ciudadanas, se le permitió que concediera una rueda de prensa para que los reflectores de las cámaras de los medios informativos le escucharan decir lo mismo que ha dicho desde Venezuela durante casi 3 años y medio. Tal vez por todo esto, la senadora de Alianza Verde, Angélica Lozano, preguntó indignada en su cuenta de Twitter: “¿Por qué da una rueda de prensa una criminal?”. Y tenía razón Lozano, pues causó estupor tanta parafernalia para registrar la llegada de una redomada delincuente que quiso burlarse de la Corte Suprema de Justicia.