Son increíbles las capacidades que algunos funcionarios públicos usan para mentirle a la gente, o peor aún, para confundir y hacer creer que existen situaciones que a la hora de verificar no son reales. La denuncia que varios padres de familia hicieron ante El Meridiano con la debida justificación y en la que una funcionaria de alto nivel del gobierno de Héctor Olimpo Espinosa argumenta que invirtieron recursos públicos en un colegio privado de Sincelejo deja mucho que desear. Eso no se puede, eso no es permitido. Peor aún, utilizar la imagen de unos menores de edad sin el permiso de sus padres para promocionar una estrategia gubernamental y unas obras que no existen es jurídicamente exquisito para cualquier abogado y además es bajo, vergonzoso y deja claro el talante de estrategias que usan para a toda costa demostrar lo indemostrable. ¿Qué les pasa por sus cabezas? Señor Gobernador, reaccione. Dejen de fabricar cortinas de humo para con mentiras intentar decir que hacen verdades. Señor Gobernador, deje de seguirse rodeando por mentirosos sin escrúpulos, ¿acaso no comprende que usted es el cada día más pierde y se hunde? Esperemos entonces que estas barbaridades cobren su rumbo en justicia y que de verdad dejen de seguir gobernando con mentiras.

Utilizar la imagen de menores de edad para fines lucrativos está prohibido, inclusive, con autorización de los padres, a veces no es suficiente.

Autor: Luis Germán Rubiano Farak.