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Montería. No se equivocó el gobernador de Córdoba, Erasmo Zuleta Bechara, cuando el 6 de junio pasado advirtió en El Meridiano que se estaban investigando unos extraños movimientos en la planta de docentes de la Secretaría de Educación Departamental. Este medio de manera exclusiva conoció varios documentos que ya reposan en los órganos de control; Fiscalía y Procuraduría General, donde avanzan las investigaciones por los posibles delitos de peculado por apropiación, fraude procesal, obtención de documento público falso y falsedad ideológica en documento público.
Zuleta Bechara denunció lo que sería un 'carrusel de docentes fantasmas' y tras las indagaciones que se hicieron desde la Oficina de Control Interno de la Gobernación se descubrió uno de un sinnúmero de casos que se estarían presentando desde vigencias anteriores suplantando a falsos profesores.
Era maestro, pero de obra
El caso que dio pie para las investigaciones prendió las alarmas de la entonces secretaria de Educación Departamental, Catalina Mariño Mendoza, quien luego de un indagar por un docente encontró inconsistencias en sus órdenes de contrato.
La historia tiene dos protagonistas. La víctima de suplantación es Jesús Antonio Pacheco Argel, quien a principios del presente año llegó en busca de atención médica vía Sisbén. Sin embargo, no fue atendido. Posteriormente, acudió a una EPS y le informaron que estaba en un régimen especial, por ser parte del magisterio de docentes. Pacheco Argel dijo que no era profesor y nunca ha realizado el trámite de cambio de régimen o de EPS e informó que era maestro de obra.
La queja avanzó a la Secretaría de Educación y se verificó que en la plataforma Sistema Humano, a Pacheco Argel se le realizaron pagos por concepto de bonificación a zonas de difícil acceso, pago de sueldo de vacaciones, prima de navidad, prima de vacaciones docentes y sueldo básico.
En esa misma indagación interna se estableció que la persona encargada de subir la información de Jesús Antonio Pacheco Argel al Sistema Humano era el funcionario Octavio Narváez. Seguidamente, desde la Gobernación se solicitó la certificación del Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio (Fomag) de Pacheco Argel, quien figura como cotizante docente retirado, habilitado desde el 23 de octubre de 2023 al 30 de abril de 2024, tiempo en el que estuvo afiliado sin ser docente. "Esto permite inferir que la persona inescrupulosa que lo registró como docente, se apoderó de recursos del erario público entre los meses de octubre de 2023 a abril de 2024", señala el documento en poder de los organismos de control. Y la denuncia más adelante anota: "Se puede inferir que una persona o personas indeterminadas estarían utilizando las cédulas de terceras personas para inscribirlas como docentes del magisterio sin autorización ni razón alguna, para hacerlas pasar como afiliados del Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio, y así, obtener las remuneraciones y prestaciones sociales, apropiándose de las mismas". Esto es de suma gravedad en tanto que, al parecer, el caso de Pacheco Argel no sería el único, sino que podría haber varios casos de supuestos docentes que en realidad no se encuentran ejerciendo dicha ocupación y aun así, estarían recibiendo recursos del erario público.
Como si fuera poco, el supuesto maestro abrió una cuenta bancaria para recibir un subsidio de 200 mil pesos, pero al revisar el extracto se percató que habían hecho transacciones por 9 millones de pesos, todos retiros en cajeros, que no fueron realizados por Pacheco Argel. Ante estos hechos, el 7 de mayo pasado se instauró una denuncia penal que reposa en la Fiscalía 14 Seccional de Administración Pública de Montería.
Un mes más tarde el CTI realizó una inspección en la Secretaría de Educación Departamental.
El Meridiano también conoció que a Octavio Narváez la Oficina de Control Interno le abrió una investigación que en sus dos instancias lo suspendió provisionalmente del cargo y se le dio traslado a la Procuraduría para la investigación disciplinaria y a la Fiscalía para lo penal. De esta manera parece reabrirse el 'Carrusel de la Educación 2.0' que administraciones anteriores omitieron y en la de Zuleta Bechara se destapa.