Asia. Estados Unidos recibió un fuerte 'golpe' de dos gobiernos que, en este momento, tienen quebradas sus relaciones diplomáticas.
Tanto China como Corea del Norte arremetieron contra el país norteamericano, aprovechando la cumbre del G7 que se lleva a cabo en Hiroshima, Japón.

Por el lado de Kim Jong-un
En el gobierno de Corea del Norte se desarrollaron fuertes críticas a los ejercicios militares conjuntos de Estados Unidos y Corea del Sur, sosteniendo que las maniobras que estos países lideran en la región son un chantaje hacia Pyongyang.
"Los imperialistas estadounidenses y los belicistas títeres de Corea del Sur continúan realizando ejercicios de guerra contra la Rpdc bajo diferentes nombres en clave que perturban gravemente la paz y la seguridad de la península coreana".
Ante esto, el líder de Corea del Norte abogó por un "aumento exponencial" del arsenal nuclear del país, que incluya el desarrollo de poderosos misiles de contraataque, preparándose para cualquier conflicto.

Lo que dice el Gobierno de Xi Jinping
"Estados Unidos está acostumbrado a acusar a otros países de utilizar el estatus de gran potencia, las políticas coercitivas y la coerción económica para obligar a otros países a obedecer y participar en la diplomacia coercitiva, pero en realidad, Estados Unidos es el instigador" indica el Gobierno de Xi Jinping en un informe difundido por el Ministerio de Exteriores chino.

Entre los
intereses chinos se
encuentran los esfuerzos globales por el comercio,
las finanzas y el clima.

En medio de estas declaraciones y pensamientos compartidos, en contra de las políticas lideradas por Joe Biden, ambas naciones han unido fuerzas para ser 'la piedra en el zapato' de los Estados Unidos.