A 12 horas de haber sido ingresado de urgencias, murió Christian Camilo Rincón, quien disparó en contra de su expareja en medio de las celebraciones del Día de la madre, y luego atentó contra su vida.

El hombre de 31 años buscó quitarse la vida, en la tarde del domingo 14 de mayo, luego de haber cometido el feminicidio de Érika Aponte, en un centro comercial de Bogotá.

La pareja tenía un hijo de cinco años.

Érika Aponte, había pedido protección a las autoridades hacía tres días, pues presentía lo peor. Así lo reveló la Personería de Bogotá en un comunicado, en el que reporta que la mujer, de 26 años, llamó el pasado jueves a la “línea llamada de vida” de la Secretaría de Integración Social.

Se inició una discusión por motivos aún desconocidos, que fue escalando al punto en el que de un momento a otro Rincón sacó un arma y disparó en contra de la mujer, quien murió antes de poder recibir atención médica.

De acuerdo con la alcaldesa Claudia López, Christian trabajaba en una empresa de seguridad, por lo que una primera hipótesis sugeriría que fue así como logró acceder al arma homicida.