Redacción. En momentos en que se debaten en el país temas álgidos e importantes como las reformas a la salud y el trabajo, 'reventó' la polémica por el proyecto de ley denominado 'Cero Cacho', abanderado por nada más y nada menos que una senadora sucreña, la Liberal Karina Espinosa Oliver, hermana del gobernador de Sucre, Héctor Olimpo Espinosa Oliver.

Lo que nació como una propuesta de campaña, se convirtió en un escándalo. Y no es para menos, porque llama poderosamente la atención que la congresista continúe con esa idea populista que parecía que no iba a pasar a mayores, teniendo en cuenta que de los funcionarios de su estatus se espera mucho más, pero ante todo seriedad.

Lo afirmamos porque el país entero reaccionó más en contra que a favor de dicha propuesta, tanto fue así que 'cero cacho' se convirtió en tendencia en redes sociales como Twitter, una de las más influyentes en el mundo cibernético. Y el iceberg creció cuando la senadora concedió entrevistas a medios nacionales, de las cuales los oyentes y cibernautas concluyeron que no se puede convertir una experiencia personal en un asunto de gobierno, más aún en la cruda etapa que está atravesando el país.

Populismo
La génesis del polémico proyecto habría sido concebida como estrategia política para la campaña a Congreso 2022 por la comunicadora y especialista en marketing político Karen Gaviria porque necesitaban un 'boom' para llamar la atención del electorado. Sin embargo, eso no significa que haya ganado por causar revuelo al intentar ubicarse al lado del sentir de la gente, por el contrario, se debió más bien a la maquinaria política detrás de su postulación.

Hay que señalar, además, que Gaviria primero fue secretaria privada de la Gobernación de Sucre (2020), luego secretaria de Comunicaciones (2021) y finalmente secretaria de Inclusión Social (2022). Dejó el de comunicaciones para acompañar a Karina Espinosa en la campaña y fue cuando nació la flamante idea de la propuesta que hoy día es la comidilla de todo un país.

Apartes de la propuesta señala que "para efectos de la presente ley se entenderá por 'cacho' toda conducta nociva, penosa, incorrecta e inmoral, que una persona comete hacia otra y que amenace la institución familiar y que pueda afectar la salud física o mental de una o varias personas y que deteriora el tejido social, tales como el consumo de sustancias psicoactivas, acoso escolar, bullying, infidelidad, violencia de género y violencia intrafamiliar".

La infidelidad es la única conducta punible que figura como nueva porque del resto ya existen, como el maltrato a la mujer, violencia intrafamiliar y el feminicidio.

Entonces, la gran pregunta es ¿por qué crear una ley que contiene otras? Eso, además de falta de novedad y avance gubernamental, es un desgaste del sistema porque, entre otras cosas, a la senadora no se le ha visto, al menos con bases de ley, preocupada por los múltiples problemas que sufre el departamento de Sucre, entre esos la Mojana, las obras de infraestructura atrasadas, la inseguridad y la falta de empleo.

La defensa férrea de la senadora siempre ha sido que con el proyecto de ley busca la recuperación del tejido social. Eso lo menciona desde la espiritualidad porque se autodenomina una mujer muy creyente. Incluso, en las recientes entrevistas afirmó que ha sufrido la infidelidad en carne propia, por eso sabe a ciencia cierta los efectos nocivos que eso produce en el hogar.

"Nuestro país necesita una transformación en el modelo educativo. Con el proyecto de Ley Cero Cacho queremos reconstruir nuestro tejido social. Debemos trabajar en el ser, lograr que en las instituciones educativas se forme en principios y valores, en la prevención del consumo de sustancias psicoactivas, el bullying, la violencia intrafamiliar, la infidelidad, y además de formar a nuestros jóvenes en innovación, emprendimiento y planes de negocio. La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo, estoy convencida que ese es el camino para construir un mejor país", mencionó recientemente.

No obstante, no deja de llamar la atención que son más las voces de rechazo que las a favor de dicho proyecto, máxime, porque la senadora está en la Comisión Tercera que se encarga de tratar temas de hacienda y crédito público; impuesto y contribuciones; exenciones tributarias; régimen monetario; leyes sobre el Banco de la República; sistema de banca central; leyes sobre monopolios; autorización de empréstitos; mercado de valores; regulación económica; Planeación Nacional; régimen de cambios, actividad financiera, bursátil, aseguradora y de captación de ahorro; temas que sin duda alguna merecen más la dedicación y que nada tienen que ver con 'Cero Cacho'.

Desmeritan
Daniel Samper Ospina es una de las voces de rechazo al decir: "la nueva presentación que estoy montando: #Circombia, la historia de un país en que todo es un circo: no pasa un solo día en que no me ayuden con material. Hoy el aporte lo hace @Kespinosaoliver con su propuesta legislativa de prohibir los cachos".

Y una mujer como Johana Fuentes también lo desmerita con este trino: "Según la senadora @Kespinosaoliver el proyecto más importante de estos 4 años es la ley Cero Cacho, que pretende erradicar la infidelidad. Qué vergüenza que una congresista y su equipo se dediquen a perder el tiempo de esta manera".

Y el mismo periodista Julio Sánchez Cristo dijo: "¿un congresista que presenta la ley cero cachos?, ¿Sus electores votaron para que pagáramos un legislador con una costosa UTL para este tipo de propuestas? ¿Fidelidad por ley?".

No hace falta decirlo para darse cuenta que la asombrosa propuesta con la que la senadora sucreña quería llamar la atención no caló en Colombia, un país acostumbrado a dejarse llevar por cortinas de humo, pero que, en ciertas ocasiones como esta, se cansó del populismo.

Y eso se espera que suceda en el Congreso, que los parlamentarios tengan conciencia y tomen una buena decisión al momento de votar esta propuesta, sin dejarse llevar por estrategias que terminan siendo una vergüenza nacional.