Por: Susana Viera

En letra de molde, desearía poder escribir sin titubeos: la vida es sencilla. No encuentro cómo sustentarlo.  Admiración por aquellos, cuya vida, si lo es. No poseo la convicción de la sencillez de la vida.  En la ruta humana de nacer, crecer y morir, nada me parece simple. La vida, per se, es preciada e irrepetible.

¿Qué es la vida? Un frenesí (…) dice el soliloquio de Segismundo, pluma de Calderón de la Barca. Y en la universalidad de “La vida es sueño” complejiza el concepto en su verso “la vida es sueño y los sueños, sueños son”. Busquemos el sueño de la sencillez desde una perspectiva cotidiana. Examinemos, algunos contextos:

LA VIDA, LA SALUD Y EL DINERO. En una conversación casual, un conocido me confiesa que llevaba dos años luchando contra un cáncer. Un hombre adinerado, dueño de caballos de paso fino y cientos de hectáreas de tierra productiva. Con un halo de humildad, en su recién recuperado semblante, dictamina: la vida no es nada sin salud y el dinero no lo es todo. Lo escuché cuantificar las vacunas que hizo traer de otro país, tratamientos experimentales a los que pudo acceder para vencer el estado de dolor y degeneramiento sufrido. Sus vivencias lo llevaron a la conclusión de sentirse orgulloso, ante el desapego por el dinero y el valor de la salud en la vida. Le dije, hay muchas personas que no tienen esa oportunidad, sin EPS, sin medicamentos, sin tratamientos. Ciertamente, el dinero no lo es todo, pero es mucho. Me alegró de corazón que pudiera lograrlo, y le di un abrazo para celebrarlo.

LA VIDA, EL AMOR Y EL TIEMPO. Conozco a una mujer separada hace dos décadas. Después de un matrimonio normal, funcional y social, llegó el ocaso. Él, reconstruyó su vida con una joven esposa y hermosos hijos. Ella, después de muchos años de prudencia social, ha tenido un par de pretendientes que desaparecen sin llegar a calificar como novios. Asegura que, su soledad es mejor que una mala compañía. Sigue siendo una mujer hermosa, productiva y suficiente para sí. Sin embargo, frente a los conflictos de pareja, aconseja no separarse. Me pregunto, si parte de la madurez, es saber vivir sin amor.

LA VIDA, LOS SUEÑOS Y LOS ARREPENTIMIENTOS. Dice Bronnie Ware que, hay cinco cosas de las que más se arrepiente la gente antes de morir: no tener el coraje de ser uno mismo, trabajar excesivamente, no expresar los sentimientos, dejar de lado las amistades y por último, quedarse atrapado en viejas rutinas y hábitos que no te hacen feliz.

La vida no es sencilla. Somos complejas, ella y yo.