Bogotá. La capital del país sigue conmocionada por el aterrador caso de feminicidio ocurrido el domingo 14 de mayo en el Centro Comercial Unicentro, en plena celebración del Día de la Madre, cuando Erika Aponte, de tan solo 26 años de edad, murió tras ser atacada con arma de fuego de manera atroz por su expareja sentimental.

Tras este trágico hecho, desde el Concejo de Bogotá le pidieron al gobierno del presidente Gustavo Petro decretar medida de emergencia por violencia feminicida.
Para muchos sectores del país faltó acción de la fuerza pública y de las entidades correspondientes, pues Aponte habría denunciado a su agresor y afirmó que este había amenazado con matarla, como en efecto sucedió.

Christian Camilo Rincón Díaz, quien era la expareja sentimental de la joven, ingresó a la tienda en el centro comercial y le disparó a quemarropa, luego se acercó a su cuerpo e intentó quitarse la vida frente a decenas de comensales que, angustiados y con el ánimo de protegerse, estaban tirados en el suelo.
A este terrible suceso se le suman dos más que se presentaron el pasado domingo.