- Caso Chochó
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Ellos vieron cuando Núñez los mató

Sincelejo. El Meridiano tuvo acceso a los testimonios de los 3 patrulleros que acompañaban al exteniente coronel Benjamín Núñez (J3) en el platón de la camioneta donde presuntamente mató a sangre fría a José Carlos Arévalo, Jesús David Díaz y Carlos Alberto Ibáñez. Dos de esos uniformados estaban recién graduados, para ese entonces y solo tenían 45 días de ser policías, es más, son del mismo curso de Diego Ruiz Rincón, el patrullero asesinado esa tarde del 25 de julio, en Sampués.
Esos dos patrulleros, recién salidos de la Escuela, se movilizaron ese día con el subteniente Camila, en su carro asignado, hasta La Garita, donde otros patrulleros tenían reducidos a los 3 muchachos de Chochó.
“Ese día estábamos en la Estación (Sincelejo), cuando reportaron un muerto en Sampués, un compañero de nosotros. Así mismo nos dirigimos a Chochó a hacer plan candado, a ver si los sujetos estaban allá, iba detrás de la camioneta con mi compañero, no llevábamos radio. De pronto veo que prenden la sirena y arrancan duro. Llegamos al lugar de los hechos, yo me bajo adelante para brindar la seguridad y observo que hay mucha gente, tanto civiles con chaleco, como uniformados. No alcanzo a observar a los muchachos. Cuando yo regreso ya los muchachos están arriba: están golpeados”, dice el patrullero 1.
El disparo
Agrega, que después de eso la camioneta arrancó y cuando habían pasado unos 4 minutos desde que arrancaron, pasó lo peor, “de un momento a otro escuchamos un disparo, sentimos temor, cómo, ¿qué pasó aquí? Íbamos con el arma en la mano por seguridad y vemos que mi coronel J3 dispara hacia a los muchachos, es un mando superior a nosotros y uno qué puede decir. Así mismo le disparó a todos tres y seguimos para María Reina”, aseguró el patrullero 1.
Maltratados
El otro testigo, al que llamaremos patrullero 2, dijo en su testimonio, “Cuando llegamos a la escena, los policías que estaban ahí, estaban golpeando a los sujetos, a mi compañero y a mí nos mandaron a prestar seguridad para la parte del frente, luego los subieron, nos llamaron a nosotros y nos subimos y nos dirigimos a traerlos a la clínica, cuando íbamos a se montó mi J3, el teniente coronel Benjamín Núñez y otro compañero que no sabemos quién era. Cuando veníamos por una parte del camino el señor coronel le dio el primer disparo a uno de los sujetos que estaba herido, nosotros quedamos atónitos. No sabíamos qué hacer, ni qué decir. Él cogió y le dio otros dos tiros, también a los otros dos que estaban ahí. Y nosotros callados, con miedo de alguna represalia del mando ya que somos los más nuevos. Nosotros seguimos normal, ya que él nos miró de una forma que con la mirada fue suficiente. Llegamos a Sincelejo y en el semáforo de Jamar se pasó para la otra camioneta y nosotros seguimos con los heridos hasta la clínica”, testificó el patrullero dos.
El patrullero 2 aseguró dos balas y un casquillo de los proyectiles disparados por Núñez. “No se si dejó llevar de la rabia o qué, el simplemente les disparó”, reveló el patrullero 2.
Estos patrulleros temen que su carrera policial se trunque por las acciones de su superior, en este momento se encuentran laborando en otro departamento, precisamente para los días del hecho se encontraban a la espera del traslado para iniciar su vida policial, que tuvo un comienzo que jamás olvidarán.
Yo ayudo a cargar a uno de ellos a la camioneta: testigo
El tercer testigo es un patrullero con más de 10 años en la Policía y que por razones de trabajo, ese día estuvo al lado de Benjamín Núñez desde las 2:00 de la tarde en Corozal, donde desarrollaban un consejo de seguridad en torno a las fiestas de toros que empezarían unos días después.
“Pasaron unas horas de estar ahí, cuando reportan por radio la novedad sucedida en Sampués, al momento que mi sargento escucha por radio, le comunica a mi J3 de la novedad ocurrida inmediatamente, J3, el escolta, su conductor, mi sargento y yo dos dirigimos a Chochó, cuando llegamos ya tenían acordonada la zona, el compañero herido ya lo habían sacado del lugar y habían informado que había fallecido.

En ese lapso nosotros desplegamos el plan candado en Sampués. Pasados unos minutos reportan que en la entrada de Chochó tenían unas personas, que al parecer, eran los que habían cometido los hechos y que estaban heridos. Inmediatamente nos dirigimos hacía Chochó, cuando nosotros llegamos allá ya habían demasiados policías, de todas las especialidades. Yo me percató de que uno de ellos está en el suelo, se le veía la pierna como fracturada y lleno de sangre y el otro morenito también estaba tirado esos estaban también cubiertos de sangre, cuando manifiestan que los van a llevar al médico y posteriormente a judicializarlos. Yo ayudo a cargar a uno de ellos a la camioneta y fueron subiendo a los demás, los íbamos a trasladar a una clínica. Cuando ya vamos en la camioneta, a alta velocidad y con la sirena encendida. En la camioneta, adelante iba Camila y su conductor y detrás, yo, los dos patrulleros y J3. Casi no cabíamos en el platón íbamos muchos, quedé prácticamente parado en la orilla, cuando vamos a alta velocidad escucho el primer disparo, que casi me caigo de la camioneta, cuando sigo escuchando las detonaciones y en última quedo yo en pánico y el señor coronel dice: no importa que aquí respondo yo, yo soy coronel.
Quedé en shock, no sabía qué hacer, sino agarrarme más duro, la camioneta siguió su trayecto hasta llegar a María Reina”, dijo el patrullero.
Agrega el testigo, que luego que dejaron los cuerpos en la clínica se fueron a la cafetería del comando, allá llegó J3 y reunió a los 4 policías que inicialmente detuvieron a los tres jóvenes en La Garita y les dijo que él iba a arreglar todo, que se tomarán un tinto o agua.
Una semana después de los hechos, ante las denuncias de familiares, la Policía, a través de control internó, escuchó los testimonios de los uniformados que directa o indirectamente, terminaron involucrados en el procedimiento policial que evidenció la crueldad de la Policía. Todo este material y muchas más entrevistas y pruebas son procesadas por la Fiscalía, que investiga a más de los 8 policías que inicialmente la Policía sancionó provisionalmente.
Los tres testimonios evidencian que José Carlos, Jesús David y Carlos Alberto fueron violentamente agredidos mientras estuvieron retenidos en La Garita.
“Todo el que llegaba lo golpeaba”, dice el testimonio de uno de los dos patrulleros nuevos. Es por esto que la Fiscalía se encuentra en la individualización de los involucrados.
Autor: El Meridiano