Por Miguel Mercado Vergara

El país está sorprendido con la noticia del viaje de ganado que zarpó de Cartagena hacia un país del oriente donde Colombia ya ha logrado abrir un buen mercado para el comercio de vacunos y que estaba repleto de coca. Como era de esperarse, el suceso tiene hondas repercusiones de todo orden porque pone en riesgo no solo nuestra buena imagen en el ámbito internacional sino que afecta, aunque el gremio ganadero es ajeno al lamentable episodio, una actividad que está en práctica desde hace algunos años como lo son las exportaciones de ganado lo que le ha dado gran aliento a este renglón de la economía nacional.

Todo indica que se trata de un clásico acto de piratería marítima pues las informaciones de las autoridades de la materia señalan que está debidamente acreditado que el Orión 5 salió del puerto cartagenero únicamente con más de mil reses para el consumo en el lugar de su destino y otra embarcación aparecida en alta mar cuando el navío surcaba las aguas fuera de Colombia lo sorprendió y de allí se desembarcó el alijo de 4.5 toneladas de cocaína y trasbordado al flotante que llevaba la mercancía ganadera.

La piratería marítima es una vieja práctica que también se conoce como bandolerismo marítimo. Corsarios, bucaneros y filibusteros, amos y señores de la desprotegida inmensidad de los océanos, existen desde los más remotos tiempos de la navegación. El apresamiento de Julio Cesar, el famoso emperador que fue pirateado cerca de la isla de Farmacusa, es uno de los más emblemáticos actos de piratería que narra la historia.

Lo sucedido con la embarcación colombiana es un suceso totalmente ajeno al comercio internacional del ganado que sale del país. Si, como está dicho, el navío zarpó de Cartagena únicamente con los vacunos y la sorpresiva acción de piratería sucedió afuera, en aguas internacionales, lejos de nuestras fronteras marítimas y distante del alcance de cualquier compatriota, resulta manifiesta la no participación de nuestro personal en la fechoría.

Lo que es valedero afirmar, dada la realidad que vivimos en razón de la búsqueda de la paz total, es que así se enturbia el proceso y se abusa de la buena fe del gobierno si es que se persigue entorpecer esos propósitos.

Lo sucedido con la embarcación colombiana es un suceso totalmente ajeno al comercio internacional del ganado que sale del país.