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San Pelayo. La música de porro acompañada de clarinetes, bombardinos, redoblantes y trompetas se lleva en la sangre. Es como la herencia que se suma en cada generación de innumerables familias del departamento de Córdoba, especialmente en el municipio de San Pelayo, en donde cada año se realiza el Festival Nacional del Porro.
Este año en medio de la variada programación hay un toque diferente y especial que pretende convertirse en un espacio turístico y fue creada por un grupo de personas nativas de esta zona, lideradas por el sueño del joven José Eusebio Plaza Cogollo, quien hasta tatuado en su piel tiene la palabra porro. "Quise plasmar en las casas junto un grupo de voluntarios lo que representa nuestro pueblo, que es música y tradición", destacó José Eusebio.
Y es que lo que comenzó con una convocatoria en redes sociales para pintar algunas casas antiguas y que estas se convirtieran en una parada obligatoria para propios y visitantes ya tiene nombre, se trata del proyecto denominado ¡El porro un sonar de colores: #Pintandomemorias!, en donde los voluntarios llegan con brochas, pintura y toda las ganas a plasmar historias y recuerdos de todo un pueblo cargado de música de banda. En total 15 casas fueron pintadas de colores vivos, pero no solo el color les resalta, sino la historia de cada una en donde su elaboración de palma y bahareque eran los requisitos para que fueran escogidas en la lista de las memorias que hoy engalanan a San Pelayo y que esperan que esta iniciativa se convierta en una política pública del Municipio.
Las viviendas tienen más de 100 años de historia y hoy plasman en sus paredes de lata y techos de palma, colores, recuerdos, pitos, tambores, flores, bandas pelayeras y personajes que hoy son un hito en Pelayo.
En esta vivienda reside Eduardo Correa, el dentista de San Pelayo. Está ubicada en la carrera 8 con calle 8. La propiedad es de la familia Correa Ramírez.
Esta vivienda está ubicada en toda la carrera 8 con calle 6 esquina, es de propiedad de la familia Cogollo Tordecilla. Aquí residía Eusebio José Cogollo Plaza, el médico del pueblo al que todos buscaban para atender a los enfermos.
Aquí funciona actualmente un restaurante. Está ubicado en la carrera 8 con carrera 4, es de propiedad de la familia Almanza Páez.
La casa está ubicada en la calle 4 con carrera 6-54 a pocos metros del monumento de Las Aguadoras. Actualmente es de propiedad de la familia González González.
Aquí residía el músico y docente Tito Guerra, famoso por sus historias con la música de banda. La casa está a pocos metros del parque central, en la calle 6 con carrera 5.
Ubicada en el corazón del parque central, en toda la esquina de la carrera 6 con calle 8. La vivienda es de propiedad de la familia Galván.
En la carrera 6 con calle 8 también se puede apreciar esta vivienda que le hace honor al Sombrero Vueltiao. Propiedad también de la familia Galván.
En toda la esquina del parque central el color de esta casa y sus colores hacen juego con la belleza del porro y la música de banda. Esta es de propiedad de Juanita Pinto.