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<strong>El hambre en los municipios</strong>

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23 de feb. de 2023

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Por: Francisco Cuello Duarte

Una cosa es el hambre, y otra muy distinta, estar hambriento. En Colombia el hambre campea en casi todos los estratos sociales, con más fuerza en las clases populares, tocando también a sectores de clase alta que, a pesar de tener un grueso patrimonio, carecen de liquidez para enfrentar su nivel de vida llena de recuerdos y mañas imperiales socavadas por el paso del tiempo, el gorgojo y la DIAN. En cambio, los hambrientos son los que tienen un apetito exagerado, compulsivo y sin límite estomacal y casi siempre viven del erario público, especialmente de algunas EPS, corporaciones ambientales y la alimentación escolar de niños pobres.

En el mundo, según informe de las Naciones Unidas, más de 800 millones de personas padecieron de hambre durante el año 2021, cifra que aumentó con respecto al 2020 por efectos de la pandemia del Covid 19. Según la Unicef, el hambre amenaza a millones de personas en el mundo, especialmente a los niños, en países como Sudán del Sur, Yemen, Etiopía y Madagascar. Entre sus causas están los conflictos armados, los desplazamientos, la pobreza, el cambio climático, la inflación y la inestabilidad política en algunos países con aparente rostro democrático.

En Colombia, el fenómeno es especialmente crónico y hasta macondiano. Según el DANE, el departamento que registra más hambre es el Atlántico y particularmente Barranquilla, ciudad que según estudios recientes es la más alegre y feliz del país. Su principal alimento son las brisas frías del río Magdalena, la música del carnaval y la esperanza de que el equipo Junior quede campeón cada año. Sin embargo, debemos resaltar que no obstante sus dificultades, la solidaridad de su gente es del otro mundo. Por eso, como dijo el Joe Arroyo, en su famosa canción: ¡En Barranquilla me quedo… Bla bla, ble ble, blu blu!

En las estadísticas de este flagelo del hambre, le siguen Sincelejo, Montería y Cartagena. Y con menos hambre, Bogotá y Villavicencio. La situación no ha pasado a otro estado más crítico, por los subsidios del gobierno como: Familias en Acción, Adulto Mayor, Jóvenes en Acción e Ingreso Solidario, entre otros, de lo contrario ya estaríamos en una guerra, o por lo menos, asaltando supermercados como en algunas favelas del Brasil.

Si su municipio tiene este problema, ¿qué propone usted como candidato a la Alcaldía?