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El fútbol colombiano y sus dirigentes

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15 de feb. de 2023

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Por Rafael Negrete Quintero

No suele haber una buena opinión de los dirigentes del fútbol colombiano entre la afición futbolera. El asunto se hace evidente cada que un seleccionado nacional no encuentra el camino para clasificar al mundial o a un certamen internacional. Las quejas van y vienen, como las olas, pero nada pasa.

El fútbol colombiano en materia de selecciones sigue dirigido por los mismos desde hace muchos años, con todo lo que eso signifique.

El panorama en los clubes no es diferente. Pocos son los que tienen rotación en su dirigencia. Que recuerde, presidentes que afronten nuevos ciclos los he visto en Deportivo Cali, Atlético Nacional y Millonarios. Hay casos de dueños que son presidentes y de herederos de anteriores presidentes como el caso de Antonio Char que le heredó a su padre Fuad y el caso de César Camargo que le heredó al fallecido Gabriel.

Pues César Camargo, es hoy protagonista por cuenta de un incidente ocurrido el pasado domingo en el estadio de la ciudad de Ibagué. Se enfrentaban el local, Deportes Tolima, contra Millonarios y antes de comenzar el juego un aficionado entró a la cancha y agredió a Daniel Cataño, ex jugador del cuadro vinotinto y oro. Las razones pueden discutirse, pero se remontan a un partido en que el Deportes Tolima no le pudo ganar a Nacional en una final por cuenta de un penal errado por él. Los hinchas de Ibagué parecen no perdonarlo.

Y eso está mal. No solo por los 500 millones que perdió por ese penal malogrado, según cuentan algunos medios, sino porque además del dinero su prestigio quedó en tela de juicio y le alcanzaron a amenazar la familia. En un país violento como este, con antecedentes como el de Andrés Escobar, estas situaciones deben tomarse muy en serio. Por encima de todas las cosas está la vida del jugador y además la integridad del deporte.

La pelota no se puede manchar porque en un partido de fútbol las cosas no salieron como los hinchas querían.Pero, está mucho peor que, en ese afán de ganar como sea, el presidente del Tolima acolite los actos de violencia que ocurrieron bajo sus narices. Se lo dijeron jugadores propios y extraños; hoy fue Cataño mañana puede ser cualquiera. Y está bien que haya sido así, que de vez en cuando los dirigidos les recuerden a sus dirigentes cuáles son los valores que deben primar en el deporte.