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El desempleo en los municipios <strong>¿Qué dicen los candidatos?</strong>

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9 de feb. de 2023

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Por: Francisco Cuello Duarte.

Un monstruo recorre el mundo y Colombia no es la excepción. Se trata de la pandemia del siglo XXI: el desempleo. Este virus ataca especialmente a la población más pobre, pero no los mata del todo, sino que los mantiene moribundos por mucho tiempo. A algunos los vuelve locos, y a otros los lleva al suicidio, mientras que los ricos disfrutan morbosamente del espectáculo. Pero, lo triste de todo es que las cosas no van a mejorar para bien del pobre, pues el gobierno del cambio no contempla planes de creación de empleo.

En efecto, un millón de colombianos están hoy en el limbo jurídico por las medidas sobre los contratos de prestación de servicios. Además, cada vez que el gobierno nacional aplica medidas de restricción en materia económica, afecta directamente cualquier posibilidad de empleo, por ser gastos de funcionamiento.

Hay que recordar que Colombia tiene una tasa de desempleo del 11.2%, frente al 11.1% del año 2021. Según el DANE hay 22.4 millones de ocupados y 2.5 millones de personas están buscando trabajo, donde la desocupación femenina es del 14.3%. En América Latina la tasa de desempleo es el del 7.9%. Sus causas son diversas, pero se centran en la pandemia, el incremento de la población sin control, el comercio electrónico que mueve hoy cerca de 60 billones de pesos, entre otros.

¿Cómo reducirlo? Mejorando la calidad de la educación, fortalecer la actividad empresarial privada, la transparencia de la justicia y la seguridad institucional. Y no vincular funcionarios incompetentes en cargos directivos para que tomen decisiones políticas descabelladas. Además, se debe fortalecer el cooperativismo.

El descalabro será total cuando nos llegue la inteligencia artificial y encuentre que nuestros gobernantes solo tienen inteligencia emocional para crear problemas perversamente peligrosos, como los proyectos de la ministra de salud, con el capricho de acabar las EPS, cuando se requiere mejorar el sistema, y la tesis kafkiana del decrecimiento de la ministra de minas, de acabar con el petróleo y el carbón cuando se necesita esos recursos para que Colombia pueda alcanzar mejores condiciones de vida. ¡Sin dinero no hay paraíso!

El futuro será más incierto, si en octubre de 2023 elegimos alcaldes sin liderazgo estratégico, bizcos o ciegos. ¡Nos llevó el diablo!