2 de mayo de 2025
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El Cereté donde nací

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9 de dic. de 2022

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Por Nicanor Janna Morelo

Desde aquí miro el horizonte y me atropellan los recuerdos que pasan por mí mente como holografías viajeras, mostrándome imágenes que ya no existen pero que anhelo con ansias volver a disfrutar. Nos deleitaba ver esos campos tan hermosos, donde el dorado de las espigas del sorgo en maduración, le competía con creces en belleza a las renombradas espigas de los trigales de otras latitudes, inspiración de poetas y testigo de amores idos.

Asimismo, como aves revolotean en los recuerdos el blanco de los cultivos de algodón, que hacía un hermoso contraste con las nubes que adornan el cielo de mí tierra fértil.

En las épocas de mí niñez se disfrutaban las historias de pro hombres que de una u otra forma estuvieron ligados al desarrollo de Cereté y del departamento de Córdoba. Conocí de mis mayores, la vida y obra de don Miguel García Sánchez, gran hombre y parte integral de lo que fue el progreso de Córdoba.
Siendo muy joven, tuve el honor de conocer a don Alfonso Spath y más tarde a Don Alberto Saibis, quienes fueron alcaldes electos de Cereté y nos mostraron la importancia del desarrollo social y el crecimiento económico. Para ese entonces, éramos la capital del oro blanco remembranzas de tiempos que se fueron.

Cabe recordar las prometedoras calendas de cuando Cereté contaba con varias industrias del agro como fábricas de alimentos y sales mineralizadas para el sector ganadero, arroceras y varias fábricas de aceites entre ellas, una que procesaba el aceite de la palma de corozo que tanto abundaban en nuestra región. Existían varias cooperativas donde se asociaban los agricultores del algodón, llegaron a nuestras tierras una Ganadería importada de razas Brahmán, gyr, pardo suizo, que, cruzado con nuestra raza nativa, romo sinuana y daban bellos ejemplares.
Muchos visionarios de la época entendieron que Cereté era un prometedor sitio para desarrollar cualquier actividad comercial o industrial y fue así, como también contó con talleres industriales donde se fabricaban y reparaban implementos agrícolas, éramos orgullo del departamento.
Igualmente, el deporte estuvo presente en el Cereté de aquellos tiempos, salieron del terruño para gloria del departamento y el país deportistas de gran talla internacional como Mario León Guzmán a quien apodaron el terror de los panameños, se dio el lujo de pelear en siete países del mundo, y llegó a estar en la posición 11 del ranking mundial. Un gran equipo de fútbol que en su primera incursión disputó una final para ascender al profesionalismo, periodistas destacados en el ámbito nacional como Edwin Tuirán Ruiz y muchas otras figuras dignas de destacar.

Teníamos una ciudad que recibía en sus aguas barcos a vapor que coquetos llegaban por el caño Bugre llenos de mercaderías para abastecer el consumo local, los barcos a vapor que navegaban esa importante vía fluvial eran operados por unos pintorescos marinos criollos a los que los marineros de alta mar, que llamaban despectivamente "vaporinos" y en tono burlesco decían, que lo más cerca del mar adentro que habían estado, era cuando iban hasta el canal del dique, cerca de Cartagena. Donde atracaban por las mercancías que repartían en estas zonas del país. Estas historias despertaron en mí, el amor por la cultura, el deporte, la música y la poesía.

Recuerdo como si fuera ayer, cuando en 1.999 se inauguró el centro cultural de Cereté en honor al gran poeta Raúl Gómez Jattin, poeta que pasea su obra por el mundo de las letras en todos los idiomas conocidos y está entre los cien bardos más importantes de Colombia.

Por esto y por muchas cosas más anhelo con frenesí el próspero Cereté donde nací.