Por: Wilmar Martínez Barboza

Paulo Carvajal Olaya es un comerciante bogotano, de 37 años, que puede ser considerado un emprendedor andariego.

 Llegó a Sincelejo para abrirse paso por las calles de la ciudad con su interesante emprendiendo llamado Café 5 Cuartillas, utilizando un símbolo cafetero por excelencia como lo es el Willy. Además de comercializar café, vende productos derivados del mismo.

El llamativo carro es de color rojo y modelo 54. ha viajado en este por muchos lugares, visitando zonas y observando paisajes. Ahora Transita por las calles de la zona céntrica y cuenta con un permiso que le expidió la Alcaldía de Sincelejo. Llega a la carrera 19, frente a la Catedral San Francisco de Asís la mayoría de días de la semana, zona donde ya es conocido por algunas personas que saben que de lunes a jueves estará en ese lugar. Los fines de semana visita otros municipios del departamento de Sucre como Corozal, Morroa, Tolú o Coveñas.

“Estoy muy contento aquí, poder vender productos que provienen de la tierra de donde son mis padres y darlos a conocer a diferentes regiones del país de una manera innovadora y llamativa me hace feliz”, dijo Paulo en entrevista con este medio.

A diferencia de otros tinteros de la ciudad Paulo Carvajal no necesita de caminar por las calles para realizar sus ventas, solo necesita estacionar su vehículo, abrir la parte trasera de este convirtiéndose como especie de una tienda o miscelánea y está todo listo para brindarle a sus clientes un delicioso café del Quindío.

Al mismo tiempo tiene la oportunidad de vender vinos artesanales de café, producidos en la Serranía de San Lucas, ubicada al sur de Bolívar, y en Santa Cruz de Mompox, en el mismo departamento.

 Arequipes, galletas, café molido, panelitas, turrones y cuyabritos de café, hacen parte de su repertorio. Carvajal es hijo de padres tolimenses y ha aprovechado significativamente su estadía en la ciudad de Sincelejo, mientras muchos habitantes de la capital se quejan a diario por la falta de empleo.

“Apoyemos a las diferentes personas, a los campesinos y a la gente cafetera aquí en la ciudad”.

“Hay muchos más productos en el eje cafetero que pienso traer y comercializar acá, además de que detrás de cada producto hay una mano de obra muy buena, mujeres y hombres del campo que se encargan de empacar y organizar todo para que se pueda comercializar”, finalizó Carvajal.