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Montería. Dos protestas completan ya una semana en la capital cordobesa. La primera la protagonizan miembros de una comunidad indígena Embera Katío que se apostaron a las afueras de la empresa Urrá, a la que le exigen cumplir compromisos relacionados con indemnizaciones a esas familias.
Aunque se han realizado algunas mesas de trabajo de las autoridades nacionales, departamentales, e incluso, municipales, no hay acuerdo para levantar la protesta y los cerca de 150 indígenas apostados en ese sector del norte de Montería permanecen allí, exponiendo a niños, mujeres y adultos mayores a contraer cualquier tipo de enfermedades. Por eso, desde la compañía se ha pedido un acompañamiento especial de la Procuraduría, Defensoría y del Ministerio del Interior.
Si bien el acceso a trabajadores y visitantes a Urrá no se ve afectado, empresas aledañas al sitio sí ven con preocupación lo que viene sucediendo, teniendo en cuenta que la carrera Segunda entre calles 45 y 50 no tienen puntos de estacionamiento y con la manifestación muchas personas se abstienen de llegar hasta ese sector comercial de Montería. Pero además, la inquietud radica en que no se ve una solución a la problemática en un corto plazo y así como van las cosas, es muy probable que el bloqueo a la calle se extienda como sucedió hace un par de años, cuando los Embera permanecieron en el lugar casi ocho meses.
En varios sectores se asegura que ambas protestas se encuentran manipuladas, ya que son grupos reducidos de manifestantes.
La URT, bloqueada
La otra protesta que completa una semana y que mantiene las actividades, al menos presenciales, se registra en la Unidad de Restitución de Tierras (URT), que completa nueve días cerrada por un minúsculo grupo de personas, que no llega a 15, que manifiestan su rechazo a la declaratoria de insubsistencia de la anterior directora Ana Cristina Muñoz.
Desde que se conoció la salida de la funcionaria, personas han bloqueado la puerta de acceso a esa oficina y como si fuera poco desde hace un par de días un hombre se encadenó en la entrada.
Aunque de diferentes formas se le ha dicho a los manifestantes que la decisión de salida del cargo de Muñoz no tiene reversa por tratarse de un tema presuntamente de irregularidades en su documentación personal para asumir el cargo, estos afirman que el bloqueo persistirá hasta que la reintegren. Sin embargo, ya la URT nombró en calidad de encargada a Paula Villa Vélez, quien no ha podido llegar hasta la oficina por el señalado inconveniente. Mientras tanto, cientos de procesos se encuentran paralizados.
Esta situación ya empezó a generar inquietud entre los residentes en la calle 66 con carrera Cuarta y sectores vecinos del barrio El Recreo, porque la tranquilidad de la zona se ve afectada.