Redacción. Anoche, al cierre de esta edición, el fin de semana había cerrado con dos homicidios en diferentes municipios del departamento de Sucre.
Ambos se presentaron entre la noche del sábado y la madrugada de ayer domingo. Los crímenes se registraron en los municipios de Toluviejo y Betulia.
El primer asesinado fue Norberto Antonio Romero Beleño, de 39 años, quien recibió nueve balazos la noche del sábado cuando estaba en el barrio San Rafael, donde residía, en Toluviejo. Había sido amenazado mediante panfleto. Familiares de la víctima dijeron que cuando lo intimidaron, hace dos meses, se iba del pueblo, pero no lo hizo.
Según vecinos, llegaron dos hombres que se movilizaban en una motocicleta Bóxer negro con azul. Dicen testigos del hecho y familiares que antes de cometer el crimen los hombres se pasearon por el sector varias veces hasta que el parrillero se bajó e intentó disparar, pero el arma no le disparaba y por eso se produjo un forcejeo hasta que finalmente le dispararon en cinco oportunidades. Los impactos fueron con arma de 9 milímetros, que le hicieron blanco en el antebrazo izquierdo, piernas, tórax y espalda.
Una vez mal herido fue llevado por mototaxistas a la ESE San José de Toluviejo, en donde los médicos de turno verificaron las heridas y lo remitieron hasta el Hospital Universitario de Sincelejo en donde se presentó su deceso.
Cuando se presentó el forcejeo entre los sujetos y la víctima, familiares de esta comenzaron a tirarle piedra a los sujetos, lo cuales emprende la huida hacia a la vía que une a Toluviejo con Tolú.
El otro crimen ocurrió en el municipio de Betulia. Se trata de Javier José Meza Mendoza, de 22 años, conocido con el alias de El Pacora.
Según fuentes judiciales, le dispararon la madrugada del domingo con una pistola 9 mm cuando estaba en la carrera 7 con calle 2, del barrio Diez de Marzo, en esa localidad. La Policía informó que tenía anotaciones judiciales por hurto, tráfico de estupefacientes y porte de arma de fuego.
Versiones preliminares indicaron que el Pacora fue abordado por los sicarios en la calle y que ante los primeros disparos salió corriendo y se refugio en una terraza, hasta donde llegaron los matones y lo remataron.
Quedó sentado en una silla. Allí le hicieron la inspección.