En medio del caos que se vive en Perú, la presidenta Dina Boluarte presentó ante el Congreso una propuesta para iniciar con un adelanto electoral en este 2023, como medida para salir de la crisis que atraviesa el país y en respuesta a una de las principales exigencias de los miles de protestantes.

Esta situación se desarrolló luego el fallido golpe de estado del expresidente Pedro Castillo y su detención, el país entró en crisis y hasta ahora las autoriales o han logrado restablecer el orden público de la nación.

Las protestas se han extendido por todas las calles de Perú, la cifra de fallecidos asciende a 57, de los cuales 56 son civiles.

La ola de violencia que ha experimentado Perú ha tenido un costo de más de US$ 1.000 millones en daños para el país, de acuerdo a Boluarte, incluyendo el cierre de varios aeropuertos y zonas turísticas.

"Ha habido daños a bienes públicos y privados, daños a aeropuertos, carreteras y ambulancias que han sido atacadas en su trayecto a hospitales o tuvieron que ser detenidas por bloqueos o actos de violencia”, explicó la presidenta.

A pesar de mantener buenas relaciones con el congreso, esta hazaña no le ha sido suficiente para asumir el control del país, teniendo en cuenta que su figura gubernamental llegó debilitada, teniendo en cuenta que mandatarios de izquierda siguen respaldando al destituido Pedro Castillo.