El Gobierno Nacional, a través de la Sociedad de Activos Especiales (SAE) una vez más, anunció la entrega de predios, esta vez en Sampués, Caimito, San Benito y San Marcos, en el departamento de Sucre, con el mismo objetivo, que comunidades vulnerables, en especial campesinas, las pongan a producir, con proyectos auspiciados por el Estado. Sin embargo, estas entregas de tierras han dejado un sinsabor, luego de que en octubre pasado el propio presidente Gustavo Petro anunciara que la hacienda Támesis, en Montería, le sería entregada a 50 familias del campo víctimas de la violencia en Córdoba. Han pasado tres meses de ese anuncio y hoy, a ese sitio aún no arriban los beneficiarios y mucho menos existen proyectos productivos. Los campesinos cordobeses y sucreños, sí que saben lo que es sufrir a causa de la violencia y no se puede tolerar que ahora sean víctimas, pero de promesas del Gobierno, que por ahora no se cumplan. Desde el nivel central han hablado de que este es el primer paso que se da en busca de una reforma agraria, pero de nada vale darle tierra a esos pequeños agricultores, si no van a tener como producir.
Lo de Támesis en Montería no se puede repetir en territorio sucreño. A los campesinos hay que hablarles con la verdad y explicarles cuándo, cómo y con qué van a producir en sus predios, algo que hoy no sucede en la hacienda ubicada en la capital cordobesa. Y no es con mensajes en Twitter que se quiera imponer una verdad, que solo es una. En Támesis no hay campesinos y muchos menos proyectos productivos como lo quieren hacer ver desde Bogotá.

Predios incautados a las mafias y a corruptos, que están en manos de la SAE pasarán a manos de campesinos, es lo que se anuncia.

Autor: El Meridiano.