28 de marzo de 2024
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Diálogos vinculantes

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1 de dic. de 2022

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Por Fernando Negrete Montes

A medida que la sociedad se hizo más abierta, las reuniones, foros, congresos, marchas, plantones, paros y eventos que congregan multitudes, fueron creciendo en intensidad hasta el punto que muchos trabajos son la realización de reuniones diarias cuya proliferación lleva a cuestionar el costo de oportunidad de estos certámenes, es decir, cuanto dejan de aportarle al desarrollo y bienestar de la población.
Sobre un determinismo de actividades, en Colombia con una población de 50 millones de personas, 20 millones son empleados, 16 millones niños y adolescentes y 2,5 millones pensionados para un total de 38.5 millones dedicados a sus actividades y "sin tiempo" para reuniones, mientras que los 2.5 millones de desempleados y 9.5 millones de informales para un total de 12 millones "viviendo" en la calle, serían los sujetos de las convocatorias a participar de movimientos sociales por sus difíciles condiciones de vida y tiempo disponible.

El asunto es que las reuniones y sus conexos trascienden este marco por su asociación con el tema de los derechos y que encuentra en la insatisfacción de las necesidades de parte de la población, el vehículo para su expansión y la gente no solo sale a la calle a realizar sus compras en el mercado, centros comerciales o transportarse a sus sitios de trabajo, sino que la calle se convirtió en el espacio de los informales, desempleados y de los activistas que buscan el apoyo a sus ideas.

En esta línea, ha hecho carrera en las dos últimas administraciones públicas del nivel nacional con réplica en lo local, "armar" los planes de desarrollo a través de foros donde los participantes lleven sus propuestas como una forma de demostrar la democracia de su construcción, situación que se puede cuestionar como una debilidad del programa de gobierno vencedor porque este fue votado y aprobado por el electorado y ahora como gobierno se debe empezar cuanto antes su aplicación práctica. Es el caso de los 52 diálogos vinculantes del actual gobierno para hacer el plan de desarrollo a la que llegan miles de propuestas y proyectos que el "proceso de selección democrática" que se dice tendrá, no deja de ser quimeras que no van a concretarse por la sola dificultad y desgaste que esto implica, su nulo valor agregado y la feria de vanidades que conlleva.

Desde estos renglones hacemos el llamado a optimizar, como gobierno, los procesos administrativos requeridos para generar resultados porque los problemas se crecen por no estar "pegándoles" como debe ser.