19 de octubre de 2022 - 1:12 AM

Después del cáncer hay vida

Después del cáncer hay vida

Por: María Buenaños Bitar.
Lorica. El ángel de la guarda o ángel custodio es según la creencia de varias religiones el ángel al que Dios da la misión de proteger, guardar y guiar a una persona durante su vida en la tierra y para un grupo de mujeres sobrevivientes de cáncer de seno en el municipio de Lorica eso es Dioneth Corena.

¿Pero por qué la comparación? se preguntarán muchos, la respuesta es que aunque no posee riquezas ni un puesto gubernamental, cada 19 de octubre les brinda un día lleno de alegría con sus familias para conmemorar la lucha contra este flagelo que ataca sin importar la edad.

Y es que su interés por darle una palmadita de aliento a estas mujeres radica en que su esposa Tania
Margarita González Racero y su suegra Ligia Racero Narváez son sobrevivientes.

Sin actitud y fe no hay nada

Para Dioneth Corena la fe y la actitud son fundamentales para vivir un proceso tan duro como este. “Así mismo el apoyo de la familia es un aliciente porque tener que pasar por quimioterapias y radioterapias debe ser duro”, expresó.

“Por ello tomé la iniciativa de realizar estas actividades. Hago rifas y recojo dinero con mis amigos para brindarles un almuerzo cada año. En este 2022 será una cena en la que le daremos gracias a Dios por mantenerlas con vida y poder contar sus historias. Aunque yo conocí a mi esposa Tania después de haber pasado por todo eso, puedo decir que fue valiente y eso es lo que más admiro de ella porque su experiencia sirvió para que su madre pudiera tener un proceso menos traumático”, aseveró.

Una mujer de Milagros

“Tania es una mujer de milagros, así la llamo yo porque luego de tanta quimio el médico le dijo que no podría tener hijos y hoy en día tenemos una hija de 8 años. Por eso digo que después del cáncer hay vida”.

Lo afronté normal

Ligia Racero Narváez, suegra de Dioneth Corena quiere darle un mensaje a todas esas mujeres y es que no pierdan la fe, que se entreguen a Dios.

“Cuando supe de mi enfermedad lo afronté normal porque estoy llena de Dios, tengo mucha fe. Salí bien en nombre de Dios. Mi esposo cuando lo supo le dije que iba a salir bien, que Dios me iba a sanar y a su manera lo vivió pero lo supimos afrontar”, afirmó.

Al terminar su proceso elevó las manos al cielo y dijo “Gracias Señor porque en el nombre tuyo y el poder de tu sangre me declaro sana. Mujeres no perdamos la fe, porque Dios todo lo puede” finalizó diciendo.

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