La creación de una nueva ESE pública en Sucre es un asunto que tomó un giro inesperado pero lógico y coherente con las decisiones e instrucciones del gobierno Petro. Por un lado, se dejó claro que no es conveniente avanzar en un plan de reestructuración muy carente de sustentos técnicos, financieros y operativos, además quedó en evidencia que desde el orden nacional no hay recursos en las carteras de salud para luego de ser saneados, iniciar con una nueva operación. Así las cosas y con solo dos, de varios conceptos emitidos por Minsalud, la liquidación de los hospitales en Sucre será un asunto en el que el Gobernador no debería seguir insistiendo, más bien sí en salvarlos y fortalecerlos. Ahora, si el gobierno departamental pretende sanearlos con crédito a cargo del ente territorial y soportarlos en una ley 550, qué sentido tiene abrirle un hueco fiscal vía endeudamiento a Sucre para luego tapar otro hueco del que históricamente ni siquiera con las intervenciones se logró superar. Queda entonces claro que el afán del Gobernador por liquidar y poner un nuevo letrero a los hospitales de Sucre va en contravía de las órdenes del presidente Petro, y que si actúa amparado en una supuesta autonomía, será llenarse de problemas futuros.

El Ministerio de Salud le hizo saber a Espinosa que se pueden evaluar otras posibilidades.

Autor: Luis Germán Rubiano Farak.