25 de abril de 2024
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Departamento de Sucre

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1 de mar. de 2023

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Por: Luis Manuel Espinosa

El Departamento de Sucre se creó sin pensar que había que construirlo. Se tomó el modelo del viejo Departamento de Bolívar, el cual se replicó sin mayores consideraciones. Así habían nacido casi todas las entidades departamentales en Colombia durante el siglo XX, sin mayores experiencias al respecto. Se sabía, como poner andar el andamiaje administrativo, pero se carecía del conocimiento cierto de los mecanismos utilizados en la implementación de    tales procesos. Todo se dejó a un simple empirismo ramplón que puso en funcionamiento sin manual alguno la máquina departamental. La cual a ciencia y paciencia respondió aceptablemente y se hizo camino al andar, como dijera el poeta. Y es que, en verdad, muy pocas eran las personas con experiencia en materia de administración pública y no se contaba, entonces, con los asesores adecuados, con quienes asegurar un ritmo sostenible y avizorar un destino común con sentido de grandeza.

Se trataba, antes que todo, de separar buena parte de la región sabanera del territorio de Bolívar, y adelantar por propia cuenta la senda del progreso. El mismo gobierno nacional no fue lo suficientemente previsivo para advertir las fallas del inicio, y dejó que las cargas se enderezaran como se fuera pudiendo. Sucre fue si se quiere un ente administrativo que adolecía de la solvencia necesaria para hacer frente a los embates financieros y a los de orden público, que a diario ocurrían. Sus rentas eran mínimas y no se sabía de qué echar mano para el sostenimiento funcional y para una adecuada inversión. Eso en cuanto a lo mecánico, por decir lo menos. Pero había algo más, la falta de integración territorial y comunitaria. Alberto González Gaviria, decía que el concepto de sucreñidad era incipiente y Luis Arturo Támara, acotaba que solo el de sabaneridad, identificaba al sucreño. De manera que nunca se entendió como articular lo territorial con lo comunitario, dado que con la sola integración política no bastaba.

Algunos estudios, como Los Procesos Culturales en Sucre, pusieron de presente un nuevo concepto que asociaba lo cultural y ecológico con región. El cual, permitía imbricar ambos conceptos en un solo; lo ecocultural.   En orden a identificar esas   zonas ecoculturales, se partió de la idea de tres ejes principales, que se resumían en la denominación Sabana, Golfo, Río. Así que en adelante, se recomendó tener en cuentas estos aspectos, además de las llamadas subregiones departamentales, al momento de prospectar planes y programas de desarrollo. Pero con todo lo que se ha hecho, aún no se ha podido alcanzar una verdadera integración, porque se ha desconocido lo Eco-cultural. Por eso la insistencia de reconstruir a Sucre, integrando sus tres zonas ecoculturales.