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¿De quién es el candidato?

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23 de mar. de 2023

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Por José Armando Benítez

¿De quién es el candidato? Parece ser la cuestión que más provoca actitudes, reacciones, expectativas y especialmente impacto sobre nuestro universo político. ¿Ya no importa quién es el candidato? Pues malogradamente, es la sensación que se percibe. En una especie de involución, a la sociedad le está dejando de importar quién es el aspirante, como en otrora, cuando se elegían únicamente liberales o conservadores sin importar la persona.

En estas fechas preelectorales donde las precandidaturas pululan, nos encontramos con; algunas bien estructuradas y con mucho rigor; otras que, en cambio, destilan oportunismo, algunas a las que se les ve a leguas que son globos sonda (realmente todas las que no llegan a candidaturas terminan siéndolo) y no podían faltar las que buscan la cotización (en términos monetarios) del individuo para un futuro y no lejano apoyo.

Lo cierto, al margen de todo esto, es que las expectativas de la opinión pública parecen estarse centrando cada vez más en saber quién o quiénes, están detrás del precandidato y no en su calidad de persona.

La experiencia a partir de las elecciones populares de alcaldes y gobernadores nos fue demostrando que votar un candidato determinado, simplemente por pertenecer a un partido, no tenía sentido. Descubrimos que votar a la persona, era lo que lograría un verdadero compromiso del futuro gobernante con el pueblo.

Sin embargo, las casas políticas familiares tradicionales, parecen haber encontrado la forma de ganar protagonismo y han logrado animar, orientar y dirigir la acción política de nuestra sociedad hacia donde han querido. Despojados del poder que les habían conferido los partidos, han ido construyendo sus estructuras electorales de tal manera, que han ido adueñándose o turnándose con otras casas políticas, de la administración de determinadas alcaldías, al punto, que algunas ya están catalogadas en nuestro imaginario político, como territorio exclusivo de ellos.

Pongo como ejemplo el caso de Montería, donde hay un abanico extenso de precandidatos interesantes con hojas de vidas excelentes, carisma y buenas ideas que, les debería poner en la retina de la ciudadanía. No obstante, hoy, todo parece reducirse a quien será el candidato de Marcos Daniel, quién el de los Ordosgoitia, a quién apoyará Barguil y en esta ocasión, por primera vez; quién será el candidato de la izquierda. Lo mismo ocurre en Lorica, Cereté y casi todo el departamento.

¿De quién es el candidato? ¿Será la pregunta clave para la victoria en las elecciones municipales?