19 de marzo de 2023 - 1:20 AM

Córdoba, tierra que produce grandes historias

Córdoba, tierra que produce grandes historias

Hablar del cine europeo y del cine norteamericano suele ser más fascinante y atractivo para muchas personas que el cine colombiano. El contexto sociocultural y la trama de las historias de las películas que se producen en Colombia tienen una marcada diferencia con producciones del exterior.

Ahora, si hablamos de películas o documentales que se hayan grabado en el departamento de Córdoba, puede que la mayoría de los codobeses no se hayan visto ni una de estas producciones.
Por esto, Agamenón Quintero, cineasta colombo mexicano, le apuesta a visibilizar historias propias de los distintos municipios del departamento de Córdoba con actores naturales que sin importar que no tengan experiencia actoral, puedan darle vida a personajes y situaciones que se presentan en muchas regiones de Colombia.

¿Quién es Agamenón Quintero?
Nacido en la ciudad de Montería, Guillermo Quintero Hernández, conocido en el medio cinematográfico como Agamenón Quintero, es un director, guionista y productor de cine, que a través de géneros como el drama y la comedia se ha hecho popular internacionalmente.

Malintzin 14
Bajo el nombre de Agamenón Films, surge Malintzin, una productora que nació en 2011 y que fundamentada en el cine independiente, ha dado voz y ha recreado historias locales con la colaboración de otros cineastas del Caribe colombiano.

Ángela
Ambientada en los años 40 y basada en hechos reales, la película Ángela, la maldición de nacer mujer, cuenta la historia de una niña campesina de 14 años, cuya virginidad es comprada a su padre por Calixto, un terrateniente de la zona. La cinta fue rodada durante 3 semanas en 20 municipios de Córdoba como Montería y Tierralta.

Esta cinta fue premiada en difrentes festivales internacionales como el Festival de Cine de Guayaquil, en Ecuador; el Festival Internacional de Cine de Mérida y Yucatán, en México; y el Ibiza Cine Fest, en España; dejando al cine cordobés por lo alto.

Y para sentirnos más orgullosos de lo nuestro y lo propio, el Festival de Ischia, que se realiza en Nápoles, Italia, el primero y más importante festival europeo enfocado en fomentar la relación entre el cine y el turismo, fue el escenario escogido para el estreno a nivel internacional de esta aclamada película.
Dicho films fue filmado con recursos propios y en colaboración con amigos, familiares y personas cercanas de Quintero. Tuvo mucha aceptación a nivel nacional y captó la atención de varias productoras que comenzaron también a insertar en sus producciones actores naturales.

Con este tipo de producciones, este reconocido director le apuesta a un cine en Córdoba que permita cuestionar el silencio estatal tan repetitivo con respecto a crímenes de género, manifiestando a través de una película que nacer mujer y ser pobre, es una maldición que no tiene nada de nuevo.

La película también cuenta un hecho histórico relacionado a la formación de Córdoba como departamento y la disputa del bipartidismo, constituyendo un conflicto narrativo que está ligado a un entorno social en el que se naturaliza o se finge que no se ve la pedófila relación que muchos hombres tenían con menores en una oscura época.

“Mi visión sobre el cine es transmitir historias como nos la transmitían nuestros abuelos. Lo veo como una forma nueva de tradición oral “, dice Agamenón Quintero.

Sin duda alguna, para este director y productor, el cine es la oportunidad de contar historias desde la sensibilidad que permite la imagen y el sonido, él no ve el cine como entretenimiento, sino como una herramienta para decir lo que se piensa y se siente.

Aunque no necesariamente en Córdoba tienen que surgir historias tristes y desgarradoras, la iniciativa de este director le apunta a un contenido que invita a reflexionar y a cuestionar la situación de un departamento que a pesar de estar sumergido en la violencia, encuentra talentos dispuestos a cambiar la realidad por medio de la creatividad y el ingenio de sus producciones.
Esta película que tuvo buena acogida en las salas de cine de Montería demostró que el talento de niños, jóvenes y adultos del departamento de Córdoba también tiene derecho a ser valorado, respetado y no menospreciado.

Apesar de que no sea Hollywood, en la región cordobesa hay una industria que produce, crea y desarrolla historias a partir de la narrativa oral.

Mi primera vez
Esta comedia romántica que se desarrolló en algún lugar del Caribe colombiano tiene como protagonista a una burra que hace parte de la iniciación sexual de un hombre.

A través de esta historia, Agamenón revivió las historias o relatos que se desarrollan en contextos rurales del departamento y que son contadas por nuestros abuelos.

En estas zonas, la tradición de contar historias que abarcan los encuentros sexuales de los humanos con animales como las burras, las perras y hasta las gallinas es algo bastante común. Su propuesta cinematográfica busca mostrar sin prejuicios y muy a profundidad lo que hay detrás de estas situaciones, donde los hombres a muy temprana edad tienen que ya haber comenzado su vida sexual, no importa si un animal fue su primera vez. Esto es señal de hombría, algo que los hombres de la costa deben tener y demostrarla.

Saciar los deseos sexuales con animales del monte porque en la casa no se enseña sobre educación sexual es una realidad que no puede esconderse y fue llevada a la pantalla. “Coger con una burra mansita suele ser una curiosidad y ha representado toda una costumbre sexual”.

Aunque enterarse de estas prácticas sexuales suele revolver el estómago a más de uno, sobre todo si quien escucha estas historias vive en la ciudad, lo cierto es que la película de este brillante productor intenta familializar a su audiencia con un contexto rural y social que muchos desconocen.
A manera de humor, por medio de chistes, la práctica de la zoofilia en el Caribe colombiano, es una realidad que no se esconde en la cinta de Agamenón, por lo que es consciente de el gran peso que tiene su producción, pues ha quitado un tabú de encima.

Una tierra que ha dado luz a grandes artistas y personajes como Manuel Zapata Olivella, Pablito Flores, María Varilla, entre otros, está viendo crecer a un nuevo talento, a un hombre con sed y hambre de crear e innovar el cine, bajo la inspiración de grandes historias que se desarrollan en el departamento de Córdoba.
Por qué buscar famosos actores para encarnar y darle vida a sus historias, cuando los propios habitantes del departamento, quienes han vivido de cerca lo que se cuenta o se narra, pueden aportar desde su experiencia de vida a la construcción de películas y documetales que enaltecen el campo y la zona rural a nivel nacional e internacional. No sólo historias de violencia se cuentan en Córdoba.

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