Siete concejales del municipio de Moñitos estarían siendo víctimas de señalamientos por parte del alcalde de esa localidad, Javier Olea Blanquiceth, y por "su círculo cercano". Toda esta preocupante situación está motivada en la negativa que los cabildantes dieron a un proyecto con el que el Alcalde pretendía realizar un préstamo por 7 mil millones de pesos y desde ese momento empezó lo que los concejales han denunciado una persecución, al no acceder a esa pretensión que tendría solo fines políticos.

En medio de todos estos hechos, el alcalde Javier Olea prácticamente recibió una compensación, luego que desde la Gobernación de Córdoba se anunciaran inversiones por cerca de 15 mil millones de pesos.

Los concejales Jader Correa López, Omar Portillo Coavas, Argemiro Madera Castro, Armando Manuel Díaz López, Bieda Rosa Bello Morelos, Gilberto Arrieta Fuentes y Wilson López Bello, argumentaron el hundimiento del proyecto en varios puntos. Uno de ellos, y el más inquietante, la forma como se utilizaron el año pasado más de mil millones de pesos para el mejoramiento de unas vías y según los denunciantes se hizo muy poco.
"Este contrato no se cumplió", así de vehementes fueron los cabildantes en su respuesta sobre esos recursos y los detallan por tramos: "Naranjal-Las Tinas, se echaron 8 volquetas de balasto de las 56 que era el compromiso; Bajo Blanco-Noruega-Santander, ni un solo volco y sector La Y-Nuevo Oriente-Río Cedro, ni un solo volco".
Los siete concejales, que hoy son la mayoría en Moñitos también denunciaron que en el 2018 esa corporación aprobó un préstamo por 4 mil millones de pesos, con la misma justificación, y el mayor porcentaje iba dirigido al arreglo de vías terciarías. "Y desde luego esa inversión no se vio reflejada en el mejoramiento de estas, por el contrario, lo que vemos es al campesinado sufrir cada día más", afirman.
En su denuncia también manifiestan que del préstamo de 2018, todavía se deben unos recursos y de aprobar el de 7 mil millones de pesos, se comprometerían al menos 10 mil millones de pesos, lo que directamente impactaría en materia fiscal al menos a las próximas tres administraciones locales.

Cuándo van a investigar
Pero tal vez uno de los hechos que genera mayor preocupación es cuando los concejales de manera categórica señalan: "Además de lo anterior, existen fuertes sospechas que el objeto de ese dinero sería invertido en la campaña para el candidato que pretenden montar, prueba de ello es que existe una supuesta conversación donde Álvaro Cásseres (ex alcalde) estaría ofreciendo dinero a cambio de apoyo político a su movimiento".
Las conversaciones de las que hablan los concejales vía WhatsApp serían unas en las que se ofrecen tres secretarías "gobierno, salud y educación, además de eso encimo un contrato de 2 mil millones de pesos por regalías, sus ganancias son de él y su equipo le doy el 30% de los empleados de las entidades del municipio y la plata de la campaña respondo yo y mi candidato es Daley ahora (sic) y en la próxima el candidato que José Félix quiera. Dile para sentarnos y organizamos bien a finales de este mes o comienzo del otro".
Ese diálogo habría salido del celular del ex alcalde Álvaro Cásseres y estaría dirigido a través de un tercero al también ex alcalde de Moñitos, José Félix Martínez Bravo.
El Meridiano consultó sobre esta grave denuncia a Cásseres y este manifestó que se trataba de un montaje. "Compran un teléfono y colocan el nombre mío y toman un capture. Esos tipos son delincuentes. Nosotros estamos tranquilos, trabajando con humildad y servicio fortaleciendo nuestro proyecto para lo que viene".

Los más increíble de todo esto es que siendo Moñitos un municipio con gran potencial agrícola, los productores no tengan por dónde sacar sus productos, por el mal estado de las vías.

Y como si todo esto fuera poco, ahora, quienes están denunciando estos hechos de presuntos actos de corrupción son amedrantados con denuncias en la Procuraduría.
Si bien todos estos hechos se han venido haciendo públicos, es inexplicable que los organismos de control en Córdoba, como la Procuraduría y la misma Contraloría siguen tan silenciados, convirtiéndose en cómplices de muchas de las irregularidades que se viven en el departamento y que por su poco actuar se sigan repitiendo los mismos errores del pasado.