Sincelejo. Una alerta por el creciente uso de los denominados vapeadores o cigarrillos electrónicos entre menores de edad se ha lanzado desde colegios de esta ciudad.

En colegios de Sincelejo se ha evidenciado y denunciado que estudiantes menores de 13 años utilizan los denominados vapeadores o cigarrillos electrónicos como una moda poniendo en riesgo su salud.

Jorge Luis Montero Gomezcásseres, presidente de la Asociación de Colegios Privados de Sucre, le dijo a El Meridiano que varios de estos artefactos han sido decomisados a menores de 13 años quienes aseguran que los adquirieron sin ninguna restricción en centros comerciales de Sincelejo.

Señala que “en las instituciones educativas estamos teniendo graves problemas con esto, a pesar de que en los manuales de convivencia está prohibido el consumo o uso de bebidas embriagantes, cigarrillos u otros, se siguen presentando casos en que los jóvenes los llevan, amparados en el libre desarrollo de la personalidad”.

El representante relató, mostrando uno de estos cigarrillos electrónicos, que en el caso de una menor de edad que lo llevó al colegio se le interrogó y ella dijo donde lo había adquirido. Mostró factura de compra. Se lo vendieron sin tener en cuenta su edad.

Según dijo, la situación es similar en colegios oficiales de los cuales ha conocido casos. "Y aunque en muchos casos los jóvenes nos los usan en el colegio si se evidencia que los están utilizando en establecimientos o espacios públicos, como algo cotidiano", advirtió Montero Gomezcásseres.

Prevención
La Secretaría de Salud de Sincelejo ha evidenciado y abordado esta problemática desde la prevención con los estudiantes a través del programa Salud al Aula, que desarrolla en colegios para orientar a los jóvenes.
Y es que esta "moda" que se toma a los jóvenes está en discusión y aún un tema desconocido desde sus implicaciones para la salud.

Si bien se cree que el principal beneficio sobre el uso de los cigarrillos electrónicos es que son una alternativa al cigarro tradicional como terapia de reemplazo de nicotina para dejar de fumar; se desconocen los efectos a largo plazo del uso de cigarrillos electrónicos. Según estudios recientes, en algunos casos pueden ser igual o peor de dañinas que los cigarrillos convencionales, por lo tanto, su venta y uso es regulado por ley en varios países del mundo.

Un proyecto de ley en el Congreso de la República busca la regulación de las venta y distribución de los denominados vapeadores.

El 17 de abril fue aprobado en segundo debate en el Senado el proyecto de ley que regula la distribución, comercialización y uso de los llamados vapeadores o cigarrillos electrónicos.

Se trata del proyecto de ley 128 de 2022, que, según su autora, la representante del partido de la U, Milene Jarava, principalmente se enfoca en desincentivar el uso de estos dispositivos, especialmente en menores de edad, quienes son los más expuestos a enfermedades y a adquirir estos hábitos de consumo.

“Ya la Organización Mundial de la Salud ha dicho en muchas oportunidades, que los niños y adolescentes que vapean tienen el triple de posibilidades de fumar en el futuro y es lo que nosotros debemos controlar, hoy con la aprobación en primer debate de este proyecto, enviamos un mensaje muy positivo a la ciudadanía, y es que el Congreso legisla en favor de la salud de nuestros niño, niñas y adolescentes”, dijo la representante, Jarava.

Proyecto de ley 128 de 2022

. Extiende las prohibiciones que existen para el tabaco y sus derivados, a los vapeadores y la prohibición de su venta a menores de edad.
. Se prohíbe la fabricación y comercialización de dulces, refrigerios, juguetes u otros objetos que tengan forma de productos de tabaco y puedan incentivar su consumo.
. Se establece la obligatoriedad de que los vapeadores tengan etiquetado que informe de los perjuicios y efectos de su consumo.
. Se prohíbe el consumo de vapeadores en los mismos lugares donde no se puede consumir cigarrillo, por ejemplo, lugares cerrados, centros comerciales, hoteles, bibliotecas, entre otros
. Se prohíbe la venta directa o indirecta de vapeadores en un radio menor de 300 metros de universidades y colegios.
. Contempla un componente educativo, en que se estable que, como un componente de salud pública, los menores de 18 años recibirán información completa y adecuada sobre los riesgos relacionados con los componentes de los productos de tabaco, sus derivados, sucedáneos o imitadores y los dispositivos para su funcionamiento.