23 de abril de 2024
Tendencias

© 2023 El Meridiano.

Ciencia, religión e ignorancia

Por
30 de oct. de 2023

Compartir con:

thumbnail

Por Félix Manzur Jattin


Cuando Georges Lemaitre, astrofísico Belga de la Universidad de Lovaina describió por primera vez el fenómeno del Big Bang, a principios del siglo XX y manifestó que nuestro universo se derivó de un átomo primigenio y fueron pocos quienes le creyeron a este sacerdote Europeo. Ese cataclismo cósmico que pretende dar origen al universo ha sido controvertido por religiones y escépticos. Posteriormente el difunto científico astrofísico Stephen Hawkins, comentó sobre el agujero negro y millones de galaxias lo que sería interminables números de mundos. Nada de raro que civilizaciones más avanzadas o atrasadas estén confluyendo en ese universo poco estudiado o más bien tenido en reserva investigativa. Lo cierto es que si existieran planetas con mayor tecnología que la tierra y con inteligencia artificial maximizada, ya nos hubieran conquistado o dado la mano. El fenómeno ovni, no comprobado sino más bien un mito ficcionista que ha dado mucho que hablar; abducción de terrícolas hacia naves no comprobado sino más bien leyendas. La educación científica astronómica y filosófica fue congelada durante centurias y milenios por el fanatismo y la intolerancia religiosa. Caso patético de estupidez cuando la Matemática y astrónoma Hipatia de Alejandría, mujer científica, maestra de matemáticas fue asesinada por una turba de enceguecidos cristianos ordenados por el inefable patriarca y obispo Cirilo, que solo estudiaba lo que el báculo, la mitra y el ropón de su ignorancia supina le ordenaba.

Las religiones han sido causa de guerras, intimidaciones, de oscurantismo social, político, económico y tecnológico. Las cruzadas ordenadas por la iglesia por medio del papado de Urbano II, en el concilio de Clermont en 1095 convenciendo a gobernantes o monarquías Europeas para recatar el "leño de la cruz" hicieron genocidios durante 300 años. La religión fue utilizada como artilugio para prosternar incautos. Iglesia y estado generaron un contubernio perverso en algunas épocas para subyugar a pueblos enteros. Los estados Islámicos han hecho igual; limitación de la libertad, censura, tratamiento despótico y perverso contra las féminas, guerras y terrorismo. Las pócimas infalibles de la edad media, bulas eclesiásticas y dictámenes religiosos atrasaron la humanidad en búsqueda de tecnología y descubrimientos que fueron considerados satánicos por quienes regentaban las iglesias y la clerecía intolerante o ignorante.