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Cedenia, ícono cultural y ejemplo vivencial de resiliencia

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15 de ene. de 2023

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Por: Gilberto Quiroz Morales

Si el arte tuviera nombre de mujer, ese sería Cedenia Marmolejo Pérez, la cual es considerada la última exponente de una estirpe folclórica del municipio de Colosó. Nacida el 30 de marzo de 1936 en el barrio Palmolive, otrora más conocido como la Calle de las Vacas, es la penúltima de 9 hijos procreados por el matrimonio conformado por José Rudesindo Marmolejo Arrieta y doña María de la Concepción Pérez Cazares, más conocida como María Pérez.
Cedenia vivió una infancia muy bonita al lado de sus padres y hermanos, disfrutando en las pozas del arroyo La Vega, Bujío, Murciélago y Raspa, corriendo por caminos y parajes, y jugando al bate, al velillo, la sortijita perdida, el chiví chiví, entre otros.
Cedenia estudió toda su primaria en Colosó, en la Escuela Urbana Dolores Posada, teniendo con orgullo notables maestros y maestras glorias del Magisterio de antaño, a quienes debemos la formación integral de la humanidad colosoana: María Luisa Díaz Callejas, Blanca Uribarren Montes, Dálida Zará Figueroa (cartagenera), don Víctor Zubiría Rossi, Mercedes Sumosa Álvarez (la Niña Merce), María Lorenza Fuentes Díaz (la niña Mariquita Fuentes Díaz), quien debido a una travesura castigó a tres alumnas infractoras: Silvia y Marta, a lado y lado de Cedenia, quien arrodillada debió sostener una mano de pilón que la maestra le prestó a doña Zoraida Benítez de don Teodosio Contreras.
Cedenia fue una alumna muy brillante, y aventajada académica, social y culturalmente, compartiendo aula con toda una generación de intelectuales que merecen ser recordados en este momento: Natividad y Elida Cruz Morales, Angela Morales Álvarez, Silvia y Cristina Madera, Dilsia y Lupe Taboada Hernández, Bertina Velilla, Concha Paternina, Rosalba Amaya, Concepción Verbel, Alicia Díaz Callejas, entre otras, que deslumbraban por sus competencias académicas y artísticas. Fueron ruidosos y admirables los recitales, las obras de teatro o comedias, entre las que Cedenia recuerda 22 naciones y el descubrimiento de América.
Fue muy elocuente recitando el poema "Patria" de la autoría de Miguel Antonio Caro, que después de 50 o 70 años, recuerda y recita versos y libretos como si hubiera sido ayer. "¡Qué admirable y elogiable memoria y retentiva, la de Cedenia Isabel! ¡Patria! Te adoro en mi silencio mudo y temo profanar tu nombre santo; por ti he llorado y padecido tanto como lengua mortal decir no pudo…"
Desde muy pequeña esta mujer demostró sus dotes artísticas, se aprendía canciones y rancheras que interpretaba magistralmente. Es de anotar también el don innato para el baile del fandango, que desarrolló tempranamente este ícono de la cultura e identidad colosoana. Ya a los 7 años, Cedenia bailaba todo ritmo musical y especialmente como dijimos porros y fandangos. Todo se traducía en una explosión de movimientos rítmicos y acompasados de brazos y caderas. Una mujer también llamada porro se desplegó por el mundo.

Al compás y ritmo de sus caderas, su elegancia, su carisma y expresión corporal, constituyen los atributos fundamentales para el baile, su legado auténtico que engalana a Colosó.

Cedenia ha sido una cultura, suigéneris de nuestro folclor, de nuestras tradiciones terrígenas, de la danza, del porro, del fandango, era frecuente ver a Cedenia tomando parte en las festividades del 6 de enero en homenaje a los reyes magos, siendo meritorio recordar las alboradas atronadoras encabezadas por Reyes Quiroz Casas; igualmente en solemnes procesiones y fandangos ofrecidos a nuestro Patrón San Miguel Arcángel y posteriormente a la Virgen del Carmen.

Deslumbrante
En este escenario solía deslumbrar por su baile cadencioso, su alegría, su gracia, su donaire, su destreza, innata, su ritmo dancístico, su entusiasmo en la rueda del fandango acompañada por cuatro o cinco paquetes de vela. Bailaba con todos los parejos sin distinción alguna.
Así la vimos tantas veces en la plaza vieja central, danzando "la Vaca Vieja" interpretado magistralmente por la banda "La Siete Pueblos", integrada por aquellas calendas por Rodolfo Cárdenas, Fosión Pereira, Saúl Hernández, Gerardo Caro Frías (el popular Carito), Sebastián Corena, Salvador Martínez, Jesús Novoa, Juan Francisco Flórez.
Y como amante del folclor Cedenia era incansable e indoblegable, tomando parte en reinados, concursos y certámenes de este tipo. Nos recuerda con orgullo que bailó un porro con Alfredo Borja González y él le anunció que iba a ser el último porro que bailaría en su vida, y así fue. Y por cosas del destino, Cedenia bailó su último fandango en Colosó la noche del 9 de enero de este 2022, quebrantándose por siempre la alegría y el entusiasmo de esta colosoana, que en su buena hora el Comité de Patrimonio Municipal y la Calle Nueva, en cabeza del señor Abimael Salcedo Robles tributan a su persona cálida y merecido homenaje.
Esta mujer octogenaria, hacendosa, solícita, amiga y buena vecina, y de cabellos salpicados y adornados por la nieve, nos rememora tantos pasajes y recuerdos dispersos que la memoria incólume y prodigiosa guarda como parte sustancial del acervo histórico-cultural de la tradición colosoana.
Ella nos recuerda con entusiasmo y alegría que fue "Brindo por ella", de Cuco Sánchez, la primera ranchera que sonó en la emisora comunitaria Mi Vida Bar, con Otto Badel y Ramón Bobadilla como locutores; y que fue "La Princesa de la Selva" protagonizada por Dorothy Lamour la primera película proyectada en el teatro San Miguel, propiedad de la familia Alegüe.
Cedenia Marmolejo cimentó una formación integral infundida por sus padres y maestros. Las normas de urbanidad de Carreño eran un manual obligatorio que debía introyectarse y poner en práctica en la vida social. El orden y el respeto eran un paradigma.

Ese fue el legado, la sociedad y el mundo que las figuras preclaras de nuestros ancestros edificaron para las futuras generaciones. Esta mujer organizó su vida con el señor José María Arroyo Márquez, con quien se casara el 30 de septiembre de 1952, de cuya unión quedaron dos hijos: Javier y José Arroyo Marmolejo, y fue en este medio y contexto en el cual se forjó la señora Cedenia, de quien también debo resaltar su faceta folclórica y artística.