Por Por Arianna Córdoba Díaz*

Con los "pelos de punta" y el corazón en la mano nos encontramos unos buenos millones de colombianos a quienes se nos advierte con una reforma al sistema de salud, pero la cual el común de la gente no conocemos realmente.

Nos preocupa al respecto que en la propuesta se decida tajantemente acabar con las EPS que si bien no son cien por ciento perfectas bastante que nos han servido y que se entregue el servicio de salud al estado en su completitud. Es volver al pasado cuando era realmente un verdadero y pavoroso caos enfermarse y buscar atención y tratamiento.

Por qué, nos preguntamos, en vez de mejorar lo que se tiene – sistema con el cual más del 60% de los colombianos está satisfecho según encuesta reciente – no se mejora lo que hay. No sería más fácil optimizarlo y trabajar en acabar las falencias antes que arrancar de cero y dejar a la población desprotegida y en ascuas.

Y de ser así, por qué el Estado tendría que manejar la totalidad de los recursos del sector Salud, acaso eso es garantía que el sistema funcionaría al cien por ciento y estaría libre de corrupción…
La propuesta de la nueva reforma da mala espina, sobre todo, cuando vemos que el mismo presidente del Congreso – médico de profesión- y de la línea del Gobierno ha hecho sus reparos a lo que sería esta nueva reforma. No solo él, también el Ministro de Educación, quien se desempeñó durante varios años como titular de la cartera de Salud ha manifestado – como se leyó en un documento de esta semana- serias consideraciones a lo que se convertiría el sistema de salud en Colombia y si ellos, que son afectos de quien nos está mandando lo hacen… ¿Qué queda para uno?

Lo más preocupante del caso es que, como muchas otras cosas del actual Gobierno, crece la incertidumbre entre los colombianos por cuanto no se sabe realmente qué es lo que contiene la propuesta de la reforma; quienes nos veríamos afectados por las nuevas directrices en materia de salud NO conocemos qué es, de qué se trata, qué hay de cierto o no en lo que se dice en los corrillos.
Los primeros en conocer las nuevas ideas que se incluyan en el sistema de salud, deberíamos ser los colombianos comunes y corrientes, para saber qué es lo que se pretende.

Por otra parte, cuál es el afán de "nacionalizar" la salud. Dicen que lo que se busca con esta y toda la avalancha de reformas que se prevén es captar recursos para ofrecer subsidios y así tener embelesado a un electorado que garantice los votos necesarios para mantener en el poder, por tiempo indefinido a un mismo clan… Si es así, más preocupante la situación.

*Jefe de Programa de Comunicación Social – Unisinú