25 de abril de 2024
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Cada día, una hoja en blanco

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25 de feb. de 2023

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Por: Olga Lucía Bustamante Madrid.

Hoy, comienzo a escribir sobre una hoja en blanco, el nuevo día, el presente, el ahora.  Las experiencias de ayer fueron necesarias para diseñar el camino que hoy debo continuar, pero solo eso son: Experiencias plasmadas en hábitos o prácticas indispensables para seguir adelante. Cuando esas experiencias fueron fallidas, mal decididas, con consecuencias funestas, dejaron la enseñanza de lo que no debe repetirse. Por el contrario, si sus huellas, valieron la pena prolongarlas, son lecciones positivas, aprendidas, que dan claridad al recorrido de la existencia.

Cada momento es una nueva posibilidad. Para qué lamentarse de un pasado que ya no existe, o añorar un futuro por hacer. Vivir a conciencia el hoy con discernimiento, cada evento, sin atarse a las facilidades o dificultades que estos significan, se asemeja a, habitar, un eterno presente. Lo que llamamos amor propio, es amor a la ‘perfección de lo creado’, que solo existe en una actualización constante del pensamiento. El amor, solo es, no fue, ni será. ‘Es la esencia’ como prolongación de su Autor.

La historia escrita por cada uno hace parte del aprendizaje, es la suma de momentos, más no son la existencia, solo son la acción o conducta asumida, comportamientos indispensables como medios, no como objetivos.  Lo complejo está, que, al desconocer esta premisa, la persona asume que cada acto, pensamiento, sentimiento o palabra, eso es ella. ¡No! Soy un ser creado en la perfección, por quien Es Perfección, lo demás, son maneras ineludibles de instrucción.

Estamos en permanente preparación, la existencia es un eterno movimiento, como las olas del mar, que fluyen y refluyen. Por eso hoy, cada mañana, puedo ser renovado con una historia diferente a la de ayer, y a la de mañana, permaneciendo intacta, la esencia creada. Lo importante en estos vaivenes, es que permanezca la esencia positiva, y no dejarse dominar de los ratos negativos. Debemos andar con el corazón en alto y los pies en la tierra, ya que no los podemos evitar. Estamos permeados por la interrelación con situaciones y con otras personas, y solo la mirada de amor puede desarmar, lo que nos quiere sacar, del camino que elegimos.

Un vestido no es la tela, la tela son los hilos, estos son el tejido necesario para ser tela, y esta, hace el vestido. La vida está tejida de hilos, -momentos-, que no son la existencia, pero estos, la definen.

“Si algún día la tristeza te hace una invitación, dile que ya tienes un compromiso con la alegría, y que le serás fiel toda la vida.”  F. Cabral.