#EnElMeridiano. Las enfermedades transmitidas por vectores, siendo el dengue la más popular, crean un problema de salud pública.

Para definir las políticas a tomar en Sucre, el biólogo Salim Mattar Velilla lidera el estudio 'Caracterización del riesgo de enfermedades transmitidas por vectores basado en vigilancia entomológica y análisis molecular de agentes etiológicos de vectores transmisores en el departamento de Sucre', junto con la Gobernación.

Mattar destacó la importancia de poder caracterizar a los vectores. "Una vez tengamos esos mosquitos, vamos a decir en San Marcos hay este, en Tolú este, luego vamos realizarles una necropsia, una anatomía patológica. Vamos a buscar qué virus hay dentro de ellos, qué parásitos tienen, si hay nuevas enfermedades y a su vez, simultáneamente, vamos a ver qué pasó con el zika y el chikungunya porque casos existen, pero hay una regla en medicina tropical, toda fiebre aguda de origen desconocido es dengue hasta que se demuestre lo contrario", explicó el investigador. 

Indicó también que el zika y el chikungunya producen una inmunidad natural, contrario al dengue que repite y con mayor fuerza. 

Cifras en alza

Colombia es uno de los países más afectado, de aquí la importancia de este proyecto, que según Mattar permitirá la clasificación de mosquitos, el tipo de enfermedades que transmiten y ejecutar con precisión la mitigación en los ocho municipios escogidos: Corozal, San Marcos, San Onofre, Colosó, Sampués, Guaranda, Ovejas y El Roble. 

"Latinoamérica actualmente esta viviendo unos de los brotes más grandes que ha existido de dengue en los últimos 10 años con un pico de incremento del 60%, cifras que históricamente no se habían presentado", detalló.

Con los resultados del estudio crearán un mapa de riesgo entomológico para la detección de los agentes transmisores de enfermedades transmitidas por vectores, como dengue, zika, chikungnuya, chagas y leishmaniasis.

Dentro del proyecto, en una segunda fase, se contempla la mitigación con pinturas, es decir, las casas tendrían en sus paredes una especie de repelente que ahuyentaría a los mosquitos. 

Mattar dijo que se perdió la costumbre del toldo o toldillo y desde entonces se incrementaron las enfermedades transmitidas por vectores. 

Señaló que la fumigación tradicional aún es una alternativa, pero que la efectividad del químico se pierde fácilmente, sobre todo en temporada de lluvia.