Por Rafael Negrete Quintero

No son muchos los bancos que hay en el país, mientras que Estados Unidos cuenta con más de 5.000 bancos comerciales e instituciones de ahorro, nosotros contamos, escasamente, con más de una veintena. Es un mercado concentrado, oligopólico, podríamos decir, así hayamos tenido una cierta mejoría en la competencia en los últimos años.

Los 5 primeros bancos del país, por ejemplo, tienen alrededor de un 70% de participación del mercado. El asunto es que, a pesar de los problemas de concentración, nuestros bancos poco se han quebrado en los últimos años.

El viernes pasado el sistema bancario estadounidense, por el contrario, se sacudía por 3 bancos que colapsaron casi que al tiempo, dentro de los cuales se encontraba el Silicon Valley Bank (SVB). Un banco californiano especializado en el sector tecnológico que ofrecía servicios financieros a start-up y que negociaba con fondos que invierten en empresas que no cotizan en bolsa. Era el decimosexto banco americano, por lo que se convierte en el mayor colapso en Estados Unidos desde la crisis de 2008.

Y aunque la semana pasada sufrieron los emprendedores con relaciones e intereses en Silicon Valley, esta semana se comenzaron a sentir, también en el resto del mundo. Este lunes, mientras la tensión volvía a las bolsas mundiales, la acción del Grupo Aval, caía más del 7% en la Bolsa de Colombia. Esto, a pesar de que La Superfinanciera indicó que los establecimientos de crédito en el país cumplen con las condiciones para lidiar con estrés de liquidez.

El asunto es que con la subida de las tasas de interés de los bancos centrales en todo el mundo, lo que provocó en parte la caída del SVB, existe el riesgo de que los bancos no puedan seguir colocando créditos. De ahí que la semana pasada, gran parte de los bancos del país, hayan sorprendido a sus clientes señalando que sus tasas de interés en tarjetas de créditos pasaron de estar en el umbral de 46% E.A. a 20%. No fue que se nos apareció la Virgen.
A nivel global habrá que preguntarse si la intervención del gobierno americano en los bancos será suficiente para calmar los ánimos en los mercados y a nivel local si la rebaja en las tasas de interés se sentirá en otras modalidades de crédito cómo las de vivienda y las compras de cartera. Mi recomendación, no obstante, será siempre la misma; para ahorrar escoja los más grandes, así esto empeore la concentración. Nunca dejarán morir a aquellos "demasiado grandes para fallar".