Chile. Luego de que el presidente Gabriel Boric anunciara que implementará medidas drásticas para abordar la migración irregular, sosteniendo que muchos de los migrantes irregulares que ingresan a su país llegan desde Bolivia y no pueden ser devueltos porque ese país no los recibe, se formó toda una polémica.

"Los países fronterizos no están haciendo la reconducción de los ciudadanos venezolanos y colombianos que entran por la frontera de Colchane y tampoco son recibidos por Bolivia, el lugar donde entran", indicó el mandatario chileno.

Ante estas declaraciones, el vicecanciller boliviano, Freddy Mamani, rechazó lo dicho por Boric y manifestó que Bolivia no tiene obligación de reconducir a su país de origen a inmigrantes irregulares expulsados de Chile, pues no se ha firmado ningún tratado que los obligue a cumplir con el proceso que Boric quiere. Por su parte, el gobierno de Venezuela, que tampoco tomó de buena manera lo dicho por el presidente chileno, pidió respeto por los derechos de los migrantes venezolanos cuando sean deportados, pues las medidas para reforzar la seguridad y para frenar la entrada irregular de venezolanos por zonas clandestinas están maltratando y violentando a sus ciudadanos.

De acuerdo con el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, el presidente Nicolás Maduro no ha recibido ninguna solicitud para trabajar coordinadamente con Chile para frenar dichas deportaciones.

La crisis migratoria en la frontera norte de Chile, llevó al gobierno de Boric a militarizar varias zonas vecinas con Perú y Bolivia

El gobierno chileno afirma que a pesar de que no se tengan relaciones diplomáticas con Bolivia, se debe trabajar en conjunto para resolver dicha crisis migratoria.