Si bien se estimaba que el cambio de gobierno Duque a Petro iba a repercutir en lo poco que se había podido avanzar con respecto a la Mojana y sus obras y proyectos, tampoco se esperaba que fuera a tal punto que hasta ahora solo dilaciones y mentiras sea lo que más abundan en el diálogo con la región. Y es que mientras los mojaneros de a pie tratan de remendar su día a día, exigir los cumplimientos por parte del Gobierno nacional quedó en manos de los gremios representados, es decir, ellos actúan en pro de una solución, porque están solos. Lo vivido hasta ahora con el tema de la solución ni siquiera ha dado para que desde la Nación se logre el taponamiento de Cara de Gato, ojo, por lo menos aprovechando el verano, aunque haya amenaza por las fuertes lluvias en Antioquia. Sumado a ello, la desconexión y el desinterés repentino del Gobernador de Sucre por seguir insistiendo con la misma fuerza del inicio también es una causa de la pésima atención nacional por la muy poca cercanía y simpatía del Gobierno nacional con él, situación que termina perjudicando a los sucreños porque no es solo la Mojana, otros proyectos hoy carecen de respaldo en consecuencia de las actuaciones desafiantes de Espinosa en temas como la salud, por ejemplo. Así las cosas no hay más que seguir esperando, que los gremios luchen y no se cansen por un “imposible”. Deben lograrlo.

"Los mojaneros están pensando en hacer ahora un paro indefinido para exigir el cierre de Cara de Gato".