28 de marzo de 2024
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Así como va, el oficio de taxista está condenado a desaparecer

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10 de dic. de 2022

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En sus más de 15 años a bordo del taxi, Willigton Anaya, asegura que este es el peor momento en su oficio.


Para él, el servicio de taxis está a punto de desaparecer como consecuencia de los altos costos de operación y la competencia desleal e ilegal representada en las plataformas de transporte y las motocicletas.
Sostiene que, pese a ser propietario del vehículo y no debe responder por una tarifa diaria, las ganancias no llegan a los 50 mil pesos después de una jornada de trabajo de hasta 20 horas.
“Mis ingresos no son iguales por la entrada de estas plataformas, la ilegalidad, y yo antes me hacia 100 mil pesos y ahora solo hago 50 o 60 mil pesos”, sostiene Willigton.
Indica que los días que les va mejor es cuando llueve o en las fechas especiales, pero mientras deben recurrir a los préstamos denominados gota a gota o paga diario para poder comprar repuestos y aportar lo necesario para el hogar. Jocosamente nos cuenta que tienen como 10 cartulinas (préstamos para pago por cuotas diarias).

Faltan controles
Según nos comenta, si no se establecen controles para los particulares que prestan en servicio de pasajeros, el taxista está condenado a desaparecer, pues no se puede competir en costos.
La competencia con las aplicaciones es muy dura, sostiene.

“Las carreras las cobramos a 7 mil pesos, pero los de las plataformas llevan a los pasajeros hasta por 5 mil”.
“Ellos lo único que tienen es el Soat (Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito) y la tarjeta de propiedad. En cambio, el taxi debe tener varios tipos de seguros: el extra y el contractual, que costó 746 mil 800 pesos y el Soat, que está casi 500 mil pesos”, explica.
Dice que tristemente el taxi ya no da para vivir. Su actividad la combina con la venta de rifas, cuando le tocan gastos como compra de llantas o seguros.
En oportunidades le ha tocado ponerse a vender frutas y verduras en el carro, porque, “hay que llevar algo a la casa”, dijo.

Economía diversa
Los gastos los solventan con una economía diversa, pues su esposa lo apoya con la administración de una pequeña tienda que tiene en su casa del barrio Camilo Torres, en la zona norte de Sincelejo.