1 de mayo de 2025
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Alfredo Gutiérrez, una raíz profunda a pesar del tiempo

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23 de feb. de 2025

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#El Meridiano, en su tarea de ser guardián de la historia regional y contribuir al desarrollo político y social destaca valores y personajes. Hoy el turno es para el sucreño Alfredo Gutiérrez Vital, "el rebelde del acordeón", con quien tuvimos un grato encuentro.  


Al entrar a la casa del maestro Alfredo Gutiérrez, en el norte de Barranquilla (Atlántico) pareciera que estuviéramos en un museo de la música sabanera en acordeón, donde se aprecian centenares de premios y reconocimientos. 


Son 66 años de carrera musical, en los que ha grabado más de 100 álbumes y que hacen del "rebelde del acordeón" el más grande de los artistas vivos en este género. 


Entre los reconocimientos que tiene en su estudio, el maestro Alfredo Gutiérrez nos muestra tres títulos de rey del máximo evento de la música de acordeón, el Festival de la Leyenda Vallenata. Allí fue el mejor ejecutor del acordeón en 1974, 1978 y 1996.


Con orgullo este juglar, que canta, compone y ejecuta el acordeón, dice que hasta ahora es el único en tener tres coronas del Festival de la Leyenda Vallenata. 


En su haber figuran, además, tres Congo de Oro en el Carnaval de Barranquilla, donde se premia a las agrupaciones y artistas que más suenan y hacen bailar a los asistentes a ésta, la fiesta más grande de Colombia. 


Carátulas como estas muestran los éxitos de los gloriosos Correleron de Majagual, en que nació al mundo artístico Alfredo Gutiérrez.


Por el mundo 

Pero la fama de Alfredo Gutiérrez va más allá de las fronteras nacionales y así lo demuestran dos títulos de Campeón Mundial del Acordeón, en Alemania’, otorgado por la empresa Hohner, fabricante de los acordeones, porque solo él logra sacar el máximo de este instrumento. 


La alegría y calidad interpretativa del maestro Alfredo Gutiérrez, también han sido reconocidas en México donde obtuvo un Califa y un Trébol de Oro. 


Quizá muchos hemos bailado la canción "Festiva en Guararé" y podríamos pensar que es un nombre sonoro producto de la inspiración musical. Pero no, realmente es una modesta población de Panamá, que realiza un festival y, donde Alfredo Gutiérrez es ídolo.


"En 1962 fue el décimo quinto festival en Guararé, la primera vez que estuve allá en Panamá. Precisamente hace dos años volví, es una población de la provincia de Los Santos y ahí, en el parque principal, hay una estatua mía. Me dieron las llaves de la ciudad; muchos homenajes y pergaminos en los que agradecen porque di a conocer a Guararé por el mundo(...)".  


Vigente

El tres veces Rey vallenato, a sus 82 años, comenta que no cesa en sus proyectos musicales, en los que tiene varias colaboraciones con artistas como Gusi, con quien lanzó su segundo sencillo denominado "La Yuquita".


"En estos momentos estamos grabando mucha música, tenemos circulando por todas las plataformas al porro 'Majagual', que inicialmente, en los años 60, se grabó instrumental en el origen de Los Corraleros de Majagual. Ahora aprovechamos dos versos de otro porro, que grabé en los años 70, que fue 'La Sincelejana' y con otros versos tenemos ahora al porro Majagual con letra, que es una especie de himno a Sincelejo y Sucre". 


Sin descanso

Recientemente en la celebración de los 500 años del distrito de Santa Marta (Magdalena) Alfredo Gutiérrez fue declarado personaje del año 2024 y asegura que sigue trabajando y haciendo presentaciones todos los fines de semana. "Este primero de marzo estaremos en Honda - Tolima", dijo.


"Tenemos en el mercado también un duo con Dolcey Gutiérrez, el rey de la música picante, con el tema clásico de él 'Cantinero Sirva Trago'. Tenemos pendientes salir al mercado con ese gran artista, muy conocido, Gusi, con mucha televisión. Tenemos dos temas con él en su álbum. También con el mexicano Salomón Robles y pendientes con el álbum vallenato, de Peter Manjarrés, que está por salir, tenemos dos temas ahí y pendientes de hacer más música nueva y reencauchando algunos temas como el caso de Majagual". Expresó.


Faltó Diomedes Díaz

En uno de sus mejores momentos artísticos Alfredo comenta que hubo una colaboración que no puedo hacer. "Quise hacerlo toda la vida, pero cuando ya el se decidió a hacerlo fue en los días en que le tocó partir para el cielo, fue Diomedes Díaz. Toda la vida quise grabar con él. Lo único que pude hacer con él fue un video que hicimos con Jorge Barón, con la canción Cantando".


El maestro Alfredo es siempre innovador y aunque no conoce mucho de reguetón, no descarta colaboraciones con artistas como el dominicano Bad Bunny. Eso sí, dijo: yo le haría la letra, porque las letras de los reguetones no me gustan mucho, porque son hasta obscenas. En la música Alfredo sigue apostándole al cambio y no deja arrastrar por las nuevas olas. Sin embargo, a nivel personal mantiene el gusto por lo raizal. Sus favoritos son juglares desaparecidos como Luis Enrique Martínez, Alejandro Durán o Calixto Ochoa.


Otros gustos

Nos comentó que de joven pensó en algún momento que sería rockero porque le gustaba mucho la música de Elvis Presley, Frank Sinatra, Donna Summer y el general el jazz. También la música ranchera mexicana, que para la época era reina en el mundo latino con Antonio Aguilar o José Alfredo Jiménez, comentó.



En su estudio Alfredo Gutiérrez atesora todos los premios y disticiones recibidos a lo largo de su carrera musical.


Alfredo Gutiérrez, nació en 1943 en el corregimiento Paloquemao, Los Palmitos (Sucre) o Sabanas de Beltrán, como es el nombre y, como él prefiere llamarlo. En 1960 inició su carrera musical, tenía 16 años y a los 22 entró a ser parte la reconocida agrupación de Los Corraleros de Majagual, en Sincelejo. 


Al hablar de sus orígenes, su mente se estaciona en la Plaza de Majagual. Allí cerca fue acogido, en la casa del maestro Calixto Ochoa (QEPD), otro de los grandes juglares de la música sabanera, creador centenares de inmortales canciones como Los Sabanales o El Africano, Todo es para Ti y muchas otras. Alfredo considera a Calixto su mentor y padre a nivel musical.


"En la Plaza de Majagual era donde se hacían las corralejas de Sincelejo. Recuerdo hasta el peluquero, un señor del interior del país que se llamaba Filadelfo... recuerdo la planta de electricidad en el Pozo de Majagual. De Sincelejo tengo recuerdos perennes y mi inspiración musical nació allá", relata Alfredo, quien en un paréntesis dice que su comida favorita es la yuca con suero.


Para este gigante de la música de las sabanas del viejo Bolívar hay lugares que son musa de inspiración, como lo fue para los Corraleros y otro como el Joe Arroyo, la Plaza de Majagual. "La alegría de la gente, los toros, las corralejas. Tocábamos, en principio, en las cantinas debajo de los palcos de las corralejas y después empezamos ya con la fama de los discos".


En el sucreño Alfredo Gutiérrez se sintetizan la autenticidad y el trabajo y amor por las raíces sabaneras. 


Los amantes de la música del maestro Alfredo y especialmente en Sincelejo, preguntan por ese personaje que surge entre notas y versos: Juana Montes, a quien mencionan en varias canciones, en las que entre otras cosas, se habla de sus amores. "Era una señora que cuando vivíamos en el barrio Las Caraútas, casi enfrente de mi casa, todos los integrantes del grupo musical: Carmelo Barraza, Danuil Montes, el popular Babucha; Angulo, todos íbamos allá y, ella nos hacía sancocho, las parrandas y, en su homenaje Carmelo la mencionaba en todas las canciones". Dijo. 


En Alfredo Gutiérrez Vital, adportas de sus 82 años, pareciera que la agilidad que han perdido sus piernas se traslada a los dedos cuando se posan sobre las teclas de "Rosendo", uno de sus acordeones - a cada uno tiene su nombre-.


"El rebelde del acordeón" muestra que sus habilidades para ejecutar y cantar están intactas. Con su voz firme, melodiosa y sonara de sabanero, asegura que ejecuta el acordeón con los pies, como en sus mejores épocas.   


Música por las venas

Ha existido una eterna disputa entre los intérpretes de acordeón del Valle del cacique Upar y los sabaneros del Caribe colombiano. De esas épicas batallas musicales queda en la historia el relato del maestro Adolfo Pacheco en la canción "La hamaca grande" tras la disputa de la corona de rey vallenato entre Andrés Landero y Nicolás Elías 'Colacho' Mendoza, en 1969. Pero Alfredo no se mete en esas discusiones, pues en el desembocan las dos vertientes.


"En el caso mío las dos cosas las llevo en el alma. Porque como digo: por mis venas no corre sangre sino música y como nací en Sabanas de Beltrán, Palo Quemao, caserío que queda en la vía de Sincelejo a Magangué, de allí es mi madre, pero mi familia de parte de padre es del Valle (Cesar); mi papá se llamaba Alfredo Enrique Gutiérrez Acosta, era primo hermano de los hermanos López, de Miguel López, en la Paz Cesar... Así que las dos vertientes musicales las llevo en el alma".


Panorámica de la Plaza de Majagual, en Sincelejo.


Descontento

Cuando hablamos del homenaje, con los monumentos en la Plaza de Majagual de Sincelejo a Rubén Darío Salcedo y a los desaparecidos Lisandro Meza y Calixto Ochoa, Alfredo, con la decencia y la pasividad del sabanero, deja entrever un poco de descontento.

 

"Soy tocayo de nuestro señor Jesucristo, me llamo Alfredo de Jesús Gutiérrez, y ni Jesucristo fue profeta en su tierra. Tanto que amo, he querido a Sincelejo y fíjese, no me han tenido en cuenta para esas cosas".


En este sentido Alfredo asegura que ni en las Fiestas del 20 de Enero, lo contratan. "Pero igual la gente disfruta mi música, porque no hay fiesta en la que no se escuche Majagual, Festival en Guararé y todos esos porros que grabamos con los Corraleros".    


Día a día, como dice: hasta que Dios se lo permita, el maestro Alfredo sigue trabajando incansablemente en su música. Se siente agradecido por lo conseguido en su carrera, pero considera que su máximo logro es el cariño de la gente que se mantiene a pesar del tiempo y de los cambios que trae consigo la modernidad.


"Mi máximo logro es mantener unos seguidores tan firmes. En el caso de Monterrey, en México o Valledupar, en todo Colombia, desde el año 1961, que fundamos Los Corraleros de Majagual, hemos estado pegaos. La gente no nos olvida, las canciones siguen vigentes".


Para él es gratificante cuando está en un concierto y casi no escucha su voz sino al publico cantar sus canciones. "Tuve esa suerte de que mis canciones se volvieron inmortales".