Sampués. Varias maniobras tienen que hacer los habitantes del corregimiento de Escobar Abajo, debido al pésimo estado de las vías y la caída de un puente que comunica con otros sectores aledaños.

Los habitantes de las comunidades Nueva Esperanza, San Francisco del Medio, La Lucha, El Cacao y La Frontera, tienen que caminar tramos extensos para llegar hasta las otras comunidades. Las motos que utilizan para transportarse hacia la cabecera municipal muchas veces quedan atrapadas entre los huecos y el barro y ahora no pueden pasar.

Afectados
El líder social de esta zona, José David Ruiz Bertel, comentó que son en total 350 familias que sufren por esta problemática, además de no tener vías en buen estado que permitan realizar el traslado de productos de la zona rural hasta el casco urbano.

"Deben llegar hasta el corregimiento de Escobar Arriba y desde ahí seguir caminando hasta la ciudad. No hay transporte escolar, los niños son quienes más sufren para llegar hasta sus instituciones educativas, los enfermos hay que sacarlos como en el siglo XVII y XVIII, cargados en hamacas, con cañas que sirven como palancas para soportar el peso de los pacientes", agregó el líder.

En la zona no se está ejecutando ninguna obra, se construyó un puente hace 8 años donde se utilizaron tuberías para el sistema de alcantarillado y la obra colapsó.

"Ese puente tenía más de ocho años de construcción, prácticamente elaborado de forma artesanal, porque los materiales utilizados no fueron los más adecuados, con un afirmado en balasto por la parte superior, pero el arroyo 'El Cristo', con la fuerza de las aguas por las constantes lluvias, se llevaron la obra", dijo.

Este líder afirmó que en el sector se necesita además el dragado del arroyo, la recuperación de otro que se encuentra aledaño y que también lleva sus aguas al lugar y definitivamente se hace necesario la construcción de un nuevo puente.

El epicentro de los cultivos de caña flecha en Sucre, se encuentra afectado por mal estado de las vías.

Las autoridades indígenas también hacen un llamado a la Unidad Nacional de Gestión de Riesgos, a la administración municipal y departamental, para que se apersonen de la situación y poder lograr una mejor calidad de vida.