Por: Francisco Montes Vergara

Comenzaron las lluvias, pero no tenemos los insumos o las semillas para cultivar la tierra; este es el comentario que he recogido en diversas partes del departamento de Sucre. Hace un mes teníamos abundancia de patilla. Ahora empezamos a ver por todos lados, mangos. Estas dos frutas están en el grupo de los primeros 14 productos que representan la producción agrícola en Sucre.

Este conjunto se convierte en representativo toda vez que cubre el 95 por ciento de la producción. El arroz secano mecanizado encabeza la representatividad del grupo con el 28 por ciento seguido por la yuca dulce y la industrial, las cuales llegan al 39. Después se pueden ver el ñame criollo y el maíz tecnificado, cubriendo el 14 por ciento. El plátano, el arroz secano manual, el ñame espino, la patilla, el coco, la palma africana y el aguacate; entre todos ellos, suman el 14 por ciento. Básicamente, se puede decir que la oferta agrícola del departamento de Sucre está conformada por estas cosechas.

El arroz secano, es un producto que se nutre desde el agua de lluvia. Con ello quiero decir que no existe en el Departamento, una producción, por lo menos en este alimento, que se pueda obtener con la ayuda del riego artificial. Así lo afirmo, toda vez que no hay evidencias desde la información que deben recolectar y publicar las instancias y las autoridades agrícolas encargadas de ello.

Igual ocurre en los otros productos agrícolas. En el entretanto, el mercado municipal de Sincelejo, sirviendo de bodega a los productores agrícolas de otros departamentos. El mercado público debe representar la productividad de una región y en este caso del departamento de Sucre. No obstante, para nuestro caso en Sucre, solo llega a ser unas bodegas para arrendar.

Esta realidad explica en gran parte la debilidad económica que atraviesa el Departamento. El desempleo, la informalidad, el rebusque con el mototaxismo producto de la ausencia de una oportunidad laboral y de paso la inseguridad. Darle solución a las falencias económicas y productivas que hay en el departamento de Sucre es primordial. Ello con el fin de evitar llegar a una inviabilidad económica, pero, además, con una institucionalidad que no tendrá maneras para construir estrategias de desarrollo. Los recursos son escasos, por tal motivo no tenemos tiempo en Sucre para hablar de proyectos gaseosos.