Por Valmiro Sobrino Oliveros

La indignación ciudadana por el costo desmesurado del servicio de energía que presta Afinia tiene varias consideraciones y necesita de decisiones urgentes. En cuanto a lo primero, el Dane ha dicho que "Montería, es una de las ciudades de Colombia, la segunda, donde más se incrementan las tarifas de energía eléctrica, con un 36.61%, en comparación con un 20.95% de la media nacional". Alarmado, el señor alcalde de Montería dijo "Que la ciudadanía tiene que abstenerse de utilizar productos esenciales, porque cada mes el cobro en el servicio de la energía es más alto". Esto significa, que hay una población empobreciéndose mensualmente a costa del enriquecimiento de un negocio llamado Afinia.

Pero el clamor del señor alcalde va más lejos. El gerente de esta empresa dijo la semana pasada que no había tales alzas sino que los elevados costos de la energía en el departamento "era un tema de percepción y alto consumo de los usuarios". Ante esta desfachatez, el alcalde dijo que "Era una canallada" y agregó: Se trata de sentido común y de responsabilidad social, la cual han demostrado no tener. Sus declaraciones son una falta de respeto con los monterianos, que no toleramos; Afinia sigue demostrando su indolencia".

Unos amigos me decían que esta declaración del gerente de Afinia era un acto se cinismo, pero les hice una aclaración pertinente: El gerente, ya sea socio de la empresa o un simple funcionario, tiene el derecho de defender un lucrativo y leonino negocio aunque sea al costo de la pobreza de muchas personas y del quiebre de la economía departamental, porque para eso le pagan.

"Cómo deben responder las fuerzas vivas del departamento ante semejante atropello? Pues tomando decisiones que lo sigan impidiendo. José Martí dijo que "Los derechos no se mendigan sino que se conquistan con el filo del machete". Yo propondría crear una junta o comité departamental en el cual estén representados todos los sectores de la región; para tomar determinaciones trascendentales frente a este abuso. En principio podríamos estar hablando de una resistencia civil a pagar los recibos si después de una negociación con esta empresa no se logran acuerdos sustanciales. No es hora de declaraciones, sino de toma de decisiones.

En el próximo artículo volveré sobre este y otros temas que están volviendo impagable este servicio para los cordobeses.