23 de abril de 2024
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Adolfo Pacheco Anillo

Por
1 de feb. de 2023

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Por Aníbal Paternina Padilla

Nacer y morir son principio y final de la vida. Así como en el orden lógico y natural de las cosas, no hay fin sin principio por ley inexorable y eterna, La parca como cumplimiento forzoso de volver a la nada, ha consumado su nefasta obra arrebatándonos a un sabanero, de reconocidas virtudes, enaltecedor de nuestro folclor con su musa inspiradora que dio riqueza a su estro para componer cerca de 200 canciones catalogadas como joyas del folclor colombiano y entre las que se cuentan obras clásicas como la Hamaca grande, El mochuelo, Mercedes, El viejo Miguel, El pintor, El cordobés, etc.

El poeta de la canción y juglar de los Montes de María, como se le conoció a Adolfo Pacheco, nació en San Jacinto, Bolívar, el 8 de agosto de 1940.

La desaparición de este virtuoso compositor y cantante entraña para su tierra sanjacintera, para la región Caribe y su sabana que tanto amó un dolor profundo. El folclor sabanero fue para Adolfo como sangre de su sangre; administró durante más de 50 años su bello arte cuya actividad no conoció linderos. Fue consejero de los que depositaban en él los secretos de su conciencia y fue el báculo de los amigos que necesitaban su ayuda. No le temió al trabajo, nada le arredraba; fue avaro del tiempo y consumado servidor.
El inesperado fallecimiento del excelso artista sabanero, lo rudo del golpe que han recibido nuestros corazones de buenos amigos, nos ha permitido aprovechar este doloroso instante para continuar exaltando su obra dentro del inmenso campo de su actividad artística. ¡Pero oh! Querido Adolfo, que me diste la oportunidad de compartir contigo todos los festivales sabaneros de Sincelejo y mesas de jurado en distintos festivales de Sucre y Córdoba. Cuánto nos hace sufrir tu eterna ausencia y cuánto el estupor que nos causa ver que te adelantaste a nosotros en el ineludible viaje hacia las regiones del Empíreo, donde se vive eternamente rodeados de los resplandores de la gloria. Tus canciones seguirán repercutiendo en las almas de sabaneros, caribeños y colombianos gratas y perdurables emociones. Nosotros, que supimos valorar los quilates de tu noble corazón y la grandeza de tus composiciones musicales, te dedicamos esta sincera ofrenda.
Paz en tu losa eterna recién abierta.