Por: Raymond  E. Gomes-Cásseres

Marzo es el mes escogido por la O.N.U. para recordar la lucha que a través del tiempo han tenido que desarrollar las mujeres por sus derechos, por sus libertades. Lucha impregnada de sangre que las ha llevado al puesto que ocupan hoy en nuestra sociedad. Y aunque todavía hoy en muchos países no logran la tan anhelada igualdad y son víctimas de feminicidios, sus avances en el mundo de hoy son evidentes.  La mujer es un ser generador de vida, y para mí, sin ninguna duda, la mejor parte de la sociedad.

Quiero rendir hoy, en este su mes, un pequeño homenaje a una mujer importante en mi vida, sin la cual mi existencia no tendría razón de ser.  Ella es mi esposa, Aleyda Morales Montiel, mujer que me ha entregado su vida sin condiciones, la cual me regaló tres hermosos hijos y una nieta sin igual, que han ayudado a mantener la llama del amor a través del tiempo. A ella, le he escrito varios poemas, pues la poesía es el medio para expresar los sentimientos más sublimes. Uno de ellos es el titulado “Amor sobrenatural”, cuyo texto dice así :/ Tu amor no parece de este mundo.  / Tanto tiempo soportando mis desafectos y en vez de marchitarse florece cada día más.  /   Es un amor infinito como el universo / profundo como el mar / incondicional como el amor de madre /. / Dios sembró ese amor incomparable en tu corazón para suavizar mi tortuoso camino. / Gracias por amarme tanto. / Valió la pena haber vivido por disfrutar tu amor sin igual /.

Otro poema que le dediqué a ella lo titulé  “Manos benditas” cuyo texto es el siguiente: / Tus manos son benditas. / Aunque aparentemente frágiles han sostenido durante tantos años nuestro hogar. / Manos amorosas, trabajadoras, incansables. / Manos que cocinan, barren, trapean y lavan para mantener sana y hermosa esta humilde casa. / Manos con una deliciosa sazón que han endulzado la vida de tus hijos y la mía. / Manos que han construido vidas con temple y sabiduría.  / Cuando ellas agarran las mías, siento en mi sangre la fuerza de tu amor y le doy gracias a la vida. / Dios te las conserve para que sigan siendo el pilar de nuestra existencia /.

Al regresar de  una separación temporal que a veces se da entre las parejas le dediqué “ Volví  a ti” :

He vuelto a ti / ¿Acaso alguna vez me fui? / Creí fácil desprenderme del instinto salvaje que una tarde me llevó a ti / del fuego que brota de tu piel canela y de tu vientre de seda / El tiempo ha puesto las cosas en su lugar /. Estoy encadenado a ti por la fuerza del instinto / por lo ardiente de tu cuerpo de pantera /.