18 de abril de 2024
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8 de Diciembre

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8 de dic. de 2022

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Por José Armando Benítez Tuirán

Esta madrugada, Colombia amaneció iluminada por millones de velitas que se encendieron en casi todos los rincones del país, para celebrar la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Una noche y una madrugada llena de magia que sirve como inicio oficial de la Navidad. Sin duda la época más emotiva y bella del año.

Un tiempo en el que nuestro país debe darse la oportunidad de poner freno a tanta violencia, no solo la de los grupos armados, sino también la de la delincuencia común y la intrafamiliar, que suele avivarse en estas celebraciones. Una temporada en la que deberíamos darle mucha más importancia a la mezcla del licor con la gasolina, para no vivir más tragedias viales. Y en la que nuestros niños deben vivir en alegría y total tranquilidad, disfrutando de las novenas, de las luces, de las celebraciones, pero alejados de los peligros de la pólvora.

El modo navideño también debe servir para que nuestros gobernantes hagan un ejercicio minucioso de reflexión sobre la labor de sus respectivas administraciones. No se pueden aprovechar de las fechas para aplicar la máxima de "pan y circo para mantener contento al pueblo". No basta con iluminar los centros poblados y repartir cuatro juguetes por allí y por acá. Es necesario que se pongan a trabajar en aquello para lo que realmente fueron elegidos: administrar los recursos públicos tratando de generar el mayor bienestar posible a los ciudadanos. Y en esa tarea, a estas alturas de los períodos gubernamentales, hay muchos alcaldes y gobernadores que ya están rajados.

Queda un año para los cambios de mandato. El próximo año es un año de elecciones locales, por lo que la politiquería estará al orden del día. Muchos intentarán subir la popularidad de sus gobiernos a base de eventos y fiestas. Ojalá que no se les olvide que esas fiestas se evaporan y que son las obras las que quedan para beneficio de todos.

Que se iluminen nuestros pueblos y ciudades en estas festividades. Que la magia navideña nos llene de emoción y haga nuestras vidas más felices. Pero que a nadie se le olvide que lo verdaderamente importante, no son las cosas materiales que tanto cuesta conseguir (el estreno, los juguetes, las comidas, las bebidas), lo que realmente importa, es quienes están a tu lado acompañándote, en estas fechas tan especiales.

Una velita, por cada una de esas personas que no estarán con nosotros en estas navidades.