La región italiana de Emilia-Romaña sigue en alerta roja debido a las intensas lluvias de la última semana en este país. Al parecer, un centenar de municipios han resultado afectados por las inundaciones, que han dejado 14 muertos y 36.000 desplazados. Varias personas están desaparecidas.

La mayoría de desplazados proceden de la provincia de Ravenna, en la costa del Adriático y una de las zonas más perjudicadas por las inundaciones, mientras que la otra parte corresponde a Forlì-Cesena y a Bologna. Alrededor de 7.000 personas han sido acogidas en albergues o en las instalaciones públicas habilitadas, entre escuelas o polideportivos.

Las fuertes lluvias que azotaron a Italia entre el martes y el miércoles pasados hicieron que 23 ríos y torrentes se desbordaran e inundaran 43 municipios, lo que ha causado múltiples daños en viviendas e infraestructuras y aislando pueblos enteros y cortando más 500 carreteras.

Por su parte la vicepresidenta regional y responsable de Protección Civil, Irene Priolo, cifró los daños en "miles de millones de euros" sobre todo a causa de los 300 corrimientos de tierra aún activos, la mayoría entre las cordilleras de los Apeninos.

El sábado 20 de mayo, uno de los helicópteros de rescate que trabajaba para reparar las líneas eléctricas se estrelló en un accidente y uno de los cuatro miembros de la tripulación resultó herido.
Para frenar la propagación de los daños causados por las inundaciones, las autoridades han levantado barreras antiinundaciones en un lugar estratégico para las telecomunicaciones en la ciudad.